El presidente polaco, Bronislaw Komorowski, encabezó la conmemoración del 69 aniversario del Alzamiento de Varsovia contra la ocupación nazi, la mayor insurrección urbana durante la II Guerra Mundial, dos meses de combates que dejaron 200.000 muertos y la capital polaca arrasada.
El jefe de Estado de Polonia condecoró a algunos de los veteranos que participaron en el Levantamiento, que arrancaba en el verano de 1944 con acciones organizadas de la resistencia y el apoyo de miles de civiles.
"Tenemos el deber patriótico de mostrar gratitud hacia los héroes de la insurrección, así a aquellos que hoy en día mantienen el recuerdo de esa lucha, el coraje, la responsabilidad patriótica, los grandes sentimientos, las emociones y la tragedia", dijo el mandatario durante el acto.
Durante los 63 días que duró la revuelta, el Ejército soviético, apostado en las cercanías de Varsovia y teórico aliado de los sublevados, apenas sí ayudó a los insurrectos, que se vieron solos ante las fuerzas de ocupación nazis.
La insurrección ha sido criticada en los últimos años por parte de la sociedad polaca, que considera que se pagó un alto precio por un acto heroico llamado desde el principio al fracaso, y que de hecho se saldó con la derrota, el aplastamiento de los sublevados y la destrucción de la ciudad como represalia.
Entre quienes cuestionan este acontecimiento histórico destaca el propio ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, quien ha calificado el alzamiento como una "catástrofe nacional".
Para otros, especialmente para oposición nacionalista-conservadora, estas palabras suponen un menoscabo a la actuación de aquellos insurgentes que lucharon por la libertad.
Los actos continuarán el jueves, cuando a las 17:00 horas las sirenas de Varsovia sonarán para recordar el inicio de la insurrección.
Interesante y de suma importancia. Así puedo llamar los acontecimientos de todos los años que hacen en Varsovia el 1 de agosto a la hora 17.00. De suma importancia, porque para los polacos es el más grande de los hechos en la II Guerra Mundial y que se ha tratado de olvidar por los dirigentes de la época. Interesante, por el incentivo de los jóvenes en participar que afirma que por más que “maltrataron la planta”, no pudieron destrozar sus fuertes raíces.
ResponderEliminarLa iniciativa cada año se hace más fuerte y se traslada a otras ciudades de Polonia. Acompaño este acto.