sábado, 23 de febrero de 2013

Se nos fué Don Eduardo Idczak



Eduardo nació el día 26 de julio de 1923 en Touste, un pueblo polaco que hoy pertenece a Ucrania.
Cuando comenzó la invasión alemana a Polonia y la Segunda Guerra Mundial, su familia sospechó que también podrían ser invadidos por los rusos, debido a la gran concentración de militares que había en la zona de frontera. Así fue como en la madrugada del 13 de abril de 1940, su familia fue traslada a una estación de trenes, donde los ubicaron en uno de los vagones. Al anochecer, el tren se puso en movimiento con destino desconocido.
Luego de diez días de viaje, llegaron a una granja de Siberia donde estuvieron más de un año, hasta que se produjo la invasión alemana a territorio ruso, fecha en que fueron liberados para formar el Ejército Polaco. Eduardo decidió ingresar como voluntario y fue destinado a Infantería: Batallón 18, División 6. Les dieron uniformes y zapatos que habían llegado de Inglaterra.
La tropa dormía en carpas militares. Una noche de agosto de 1942, el comandante les anunció que saldrían con destino a Persia. Este grupo se estableció en Irak, para recibir entrenamiento militar: manejo de armamento, realización de maniobras, posturas y formación.
A través del canal de Suez, se trasladaron al Líbano y Siria, para hacer maniobras militares internacionales, en conjunto con militares ingleses y norteamericanos.
En el mes de diciembre de 1943, salieron de Port Said en una flota de unos cincuenta buques de carga. Luego de cinco días de navegación, llegaron al puerto de Tarento (Italia). Comenzaron a avanzar hacia el norte con la maquinaria bélica, para instalarse en el campamento de Aquafondata, donde comenzaron a percibir el clima de guerra y entraron en escena.
El día 12 de mayo de 1944 a las 23 horas, comenzó el ataque final a Montecassino con disparos de cañones. Las luces se encendían y apagaban como relámpagos, se produjo una gran luminosidad, con llamaradas incandescentes y estruendo de infierno. Luego de siete días de combate, los alemanes se rindieron. Eduardo subió hasta las ruinas y sintió una gran alegría cuando vio la bandera blanca y roja flameando en lo alto. Habían logrado vencer al enemigo, para lo cual se prepararon durante dos años, sin imaginar que la batalla podía ser tan difícil, con tantos compañeros caídos.
En el año 1946, se trasladó a Francia; en el puerto de Calais, abordó un barco con destino a Inglaterra. Allí tomó la decisión de emigrar hacia Argentina, junto a un grupo de quince jóvenes.
En 1948 llegaron a Buenos Aires, en el Hotel de Inmigrantes vieron un pizarrón con anotaciones, solicitando hombres para diferentes trabajos. Junto a un amigo, eligieron probar suerte en Tagiber, un vivero de la ciudad de Campana. A través de unos conocidos logró ingresar a la refinería ESSO en la misma ciudad.
Conoció a Ladislada, una joven hija de polacos con quien contrajo matrimonio y tuvieron tres hijos: Víctor, Susana y Silvia.                                                                      
En el año 1958, renunció a la refinería para trabajar en American Fish Company, COGAR, una compañía que construyó el gasoducto desde Pacheco hasta Salta, en el límite con Bolivia. Luego de dos años de trabajo, finalizaron la obra y se presentó en la compañía metalúrgica COMETARSA, en la que trabajó hasta jubilarse.
En 1971, después de haber vivido durante 30 años en este país, adquirió la nacionalidad argentina para regresar a Polonia y reencontrarse con su madre y la hermana menor. Prefirieron no hablar sobre las vivencias de la guerra, por ser un recuerdo demasiado doloroso.
Pasó sus últimos años en su casa, en compañía de su hija Silvia y su yerno, su señora falleció hace largo tiempo. Cada primer sábado de mes, asistía a las reuniones en la casa de Ex Combatientes (SPK) donde ocupaba el cargo de vicepresidente.
Creía que la guerra es una estupidez de los hombres, en pretender mantener un ideal de patriotismo. Un acto de prepotencia, ante un problema que no pueden resolver a través del diálogo. En la actualidad ocupaba la vicepresidencia de la Asociación de Ex-Combatientes Polacos en la República Argentina (SPK).
El día 21 de febrero, Eduardo partió de este mundo, en silencio, sentado en la cama de su casa, cuidado por su familia.

María Teresa Dittler (libro Amapolas Rojas)

viernes, 22 de febrero de 2013

Ámbar polaco: Oro del Mar Báltico


Esta piedra semipreciosa, tiene a Gdañsk, como centro de comercialización y más de un milenio como sitio de extracción y trabajo. La Historia nos relata que fue amuleto para los paganos, luego elemento importante de comercio entre los europeos radicados a orillas del Mar Báltico a la antiguas Grecia y Roma, en el siglo XVII se puso de moda entre la realeza y clases nobles de Polonia, también sirvió como regalo a Sultanes, Reyes, Papas, Califas y Zares. Hoy podemos verla en diversas galerías de lujo y tiendas de venta de productos artesanales que incluyen joyería y cristal-cerámica, alfileres, lámparas y diversos productos suntuosos. Haciendo un itinerario por la historia del ámbar de Gdañsk, debe realizarse por el Museo del Ámbar, que en sus varios pisos permite apreciar al visitante, su producción, recolección y comercialización.
Un sitio importante para los admiradores del ámbar de Gdañsk, es la Iglesia de Santa Brígida, cuyo austero interior está adornado con un altar de ámbar monumental con una impresionante reproducción de Nuestra Señora de Czestochowa. El ámbar polaco ofrece productos de calidad, accesibles, trabajados a mano, con piezas pequeñas y también de mayor tamaño en la cual también se pueden adquirir utlitarios, cucharas, azucareras,etc. A lo largo del paseo marítimo cerca del Vístula, se ofrecen muy buenos precios a los potenciales clientes de ámbar.Se dispone de una gama de productos muy amplia con dos líneas de venta principales, una económica por un lado y otra exclusiva con piezas realmente excelentes cuyos precios oscilan entre los 90 Zl hasta los 2.750 Zl.

jueves, 21 de febrero de 2013

21 de Febrero: Día del Idioma Polaco



Varsovia, 21 feb (PL) Lingüistas polacos iniciaron hoy una campaña para preservar el complicado sistema de marcas ortográficas del idioma oficial del país ante la presión de los avances de la tecnología informativa.
A raíz de una propuesta del Consejo del Lenguaje Polaco, la iniciativa es parte de las celebraciones por el 21 de febrero, establecido por la Unesco como Día Internacional del Idioma Materno.
El nombre de la campaña, Je,zyk polski jest a,-e, es complicado de escribir en un teclado que no posea las marcas diacríticas polacas y constituye un juego de palabras que significan: el idioma polaco necesita sus marcas ortográficas y es de primera clase.
Parte del significado del texto se pierde y la pronunciación suena equivocada si no aparecen las marcas diacríticas que, de acuerdo con el lingüista Jerzy Bralczyk, son una característica visual y definitoria del idioma polaco, portadoras de significado.
Con el uso de los teclados de computadoras y teléfonos celulares los usuarios deben presionar botones adicionales para obtener letras en polaco, paso que se saltan muchas veces para ahorrar tiempo y los obliga a adivinar el significado del mensaje recibido.
El idioma polaco se ve amenazado hoy por la tendencia a evitar sus letras características, advirtió Bralczyk, para quien mientras menos marcas diacríticas se empleen en los mensajes de texto, más probable es que lleguen a desaparecer, lo que conduciría a un empobrecimiento del lenguaje y de la vida.
Como parte de la nueva campaña, algunas estaciones de radio y televisión transmiten canciones con palabras desprovistas de la pronunciación diacrítica, para hacerlas sonar extrañas al oído polaco.
Otros países como Rusia y Rumania tienen campañas similares para proteger marcas características de sus respectivos idiomas, cuyo desuso puede provocar cambio o pérdida de significados.

viernes, 15 de febrero de 2013

Murió Ciudadana Ilustre de la Patagonia



Neuquén está de luto por la muerte de Danuta Kugler de Bernaciak, ciudadana ilustre de la ciudad.
Danuta es polaca y llegó a la Patagonia en 1948 junto a su esposo Casimiro Bernaciak, después de la Segunda Guerra Mundial, donde como tantos perdió todo, y tuvo que dejar atrás lo que quedó de su vida en busca de un futuro mejor. Durante la guerra fue una activa miembro de la resistencia y del ejército polaco. Por su actuación recibió el grado de Subteniente y cruces de plata y bronce al mérito.
Nació en Polonia en 1921, en un pueblo agrícola. Tenía 18 años cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, cuando estudiaba Química en Varsovia. Las primeras bombas destruyeron completamente la casa de su familia. Pero ella sobrevivió, escapó y fue socorrida por soldados británicos. En Italia conoció a Casimiro, con quien se casó y formó su familia.
Ya llegados a Neuquén, fueron difíciles sus primeros años transcurridos en una chacra en Confluencia, pero se mantuvieron con la venta de verduras y haciendo trabajos de tapicería.
Este oficio los llevó a abrir un local en la calle Alcorta. Casimiro, además, se dedicó a dar clases de inglés.
Más tarde, el matrimonio inauguraría el Residencial Inglés, en el centro de la ciudad. El año pasado, Danuta había celebrado sus 91 años. La fortaleza y la alegría, principales rasgos de Danuta, seguirán vivos e imborrables para todos los que gozaron de haberla conocido.

martes, 12 de febrero de 2013

Artista polaco en la Patagonia



Mieczyslaw Dola nació el día 11 de octubre de 1923 en Koñczyce, Polonia. Siendo niño, admiraba a su tío pintor y solía acompañarlo en su trabajo, cuando pintaba paisajes de colores en el interior de las viviendas.Al cumplir dieciséis años, las tropas alemanas invadieron su país y comenzó la Segunda Guerra Mundial, oportunidad en la que fue enviado a trabajar a una fábrica de aviones en la ciudad de Bremen. Le dieron una libreta que lo identificaba como soldado alemán, buen trato y le pagaron un sueldo. En aquel tiempo, comenzó a dibujar sus primeros trazos sobre un papel y alguien se lo compró.Creyendo que tendría la oportunidad de pasarse al ejército aliado, solicitó que lo enviaran al frente, para hacer las mediciones de las coordenadas de tiro y dictar las correcciones a través de un cable telefónico. Pero comprobó que no era fácil escapar de aquel destino.Al finalizar la guerra, fue trasladado a Francia y ubicado en campo abierto junto a centenares de prisioneros. Se identificó ante las autoridades y logró ingresar al Ejército Polaco en el exilio, con el cargo de soldado mayor. Junto a un grupo de ciudadanos polacos, se embarcaron con destino a Escocia; allí ganó un concurso de caligrafía, para trabajar en una oficina, mientras estudiaba la carrera de Técnico Civil.Cuando se recibió, decidió buscar trabajo en algún país ajeno al conflicto bélico, porque en suelo europeo permanecía el temor a otra guerra. Un compañero le habló de Argentina. Aprovechando los pasajes que le ofrecía el gobierno inglés, llegó a Buenos Aires en el año 1949. En esta ciudad, conoció la comunidad polaca, a través de un conocido, logró ingresar a la empresa constructora Dorignac, que estaba construyendo en Comodoro Rivadavia. Se desempeñó como Jefe de Obras en la construcción del Hotel de Turismo, el Museo Biblioteca, el colegio Perito Moreno, la Cámara de Apelaciones, la Catedral San Juan Bosco y el Hogar Escuela, con proyectos hechos en Buenos Aires.Al finalizar estas obras, le encomendaron que realizara la primera mensura para fundar la ciudad de Rada Tilly (a 15 km de Comodoro Rivadavia) donde había sólo tres casitas. También realizó el primer plano para construir una casa particular y presentarlo ante la Municipalidad.En un baile de la Asociación Polonesa Dom Polski, conoció a Pola, una joven hija de polacos con quien se casó y tuvieron dos hijos: Susana y Pablo.Posteriormente trabajó en la Compañía Petrolera Astra, en el cargo de Jefe de Servicios en Ingeniería de campos, para realizar ubicación topográfica de pozos. Al llegar a su casa en horas de la noche, pintaba en su tablero el paisaje que había visto durante el día. En sus obras, el cielo se muestra limpio y lleno de luz, el paisaje resalta altivo en los cañadones, médanos barridos por el viento, un mar generoso y torres extrayendo petróleo. En sus días libres, le gustaba jugar tenis y golf.Fue autodidacta en el arte plástico, ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Argentina y el extranjero, obtuvo numerosos premios y menciones. Atesora plaquetas de diferentes instituciones por su arte al servicio de la cultura de la región patagónica. Celebra su cumpleaños el día de la Patagonia, se siente predestinado a habitar esta tierra, donde encontró grandes amigos. Fue nombrado ciudadano distinguido, al celebrarse  del centenario de la fundación de la ciudad de Comodoro Rivadavia (año 2001).Su esposa, ha partido de este mundo hace un tiempo. En la actualidad, se encuentra en compañía de sus hijos, tres nietos y una bisnieta.
María Teresa Dittler ( escritora e investigadora sobre los polacos en Argentina)

jueves, 7 de febrero de 2013

100 Años del Tango Polaco: 1913-1939



"...Estoy de acuerdo con la teoría que afirma que nuestra preferencia, gusto y predilección están arraigados en nuestra niñez y vienen de lo que hemos vivido. Sin embargo, cuanto más años tengo, más me convenzo que una condición debe cumplirse: el niño a que hacemos referencia debe tener una particular inclinación y una sensibilidad propia antes de que la absorción tenga lugar. Y creo que éste fue mi caso. Cuando yo tenía 4 o 5 años mi oído podía distinguir, por ejemplo, la voz de Beniamino Gigli de la de Tito Schipa. Mis juguetes preferidos eran los viejos discos de gramófono y las fotos de archivo. Mis cuentos de hadas entrañables eran las historias sobre la vida bohemia de las que habían sido testigos mis padres en su temprana juventud. Tal era el mundo que me rodeaba y éste podría no haber tenido influencia sobre mí si no me hubiera atraído tanto. Los discos de gramófono, especialmente, tenían para mí algo de misterioso en su naturaleza: etiquetas extrañas, diferentes a cualquier otro dibujo, en el medio de un disco negro. El disco, cuando giraba, comenzaba a emitir su sonido: preludios de Chopin, valses de Tschaikovsky, música de swing norteamericano de la primera época o -las más famosas composiciones argentinas de Rodríguez y Villoldo que surgían desde abajo de la púa metálica. Ahora, cuando trato de recordar esa experiencia, estoy seguro de que las melodías que con frecuencia en mi casa mis padres cantaban, tarareaban o entonaban, eran tangos polacos. Y no se sorprendan, las melodías populares en Polonia en el período "entre guerras" eran composiciones concebidas precisamente en el ritmo de tango.El tango emergió en Polonia un poco antes del inicio de la Primera Guerra Mundial. Ludwik Sempolinski, artista e historiador, en sus memorias registra el hecho que en «la última opereta de Jacoby representada en Varsovia el 28 de Octubre de 1913, se presentó una nueva danza "Tango" que fue interpretada por Lucyna Messal y Jozef Redo.» En mi colección hay una partitura única: la composición de Aime Lachaume, "Regina-Tango", edición 1913, Varsovia. En su carátula debajo del título, hay una foto de Pola Negri que aparece junto a su partenaire, Edward Kuryllo, en un abrazo al estilo tango. Pola Negri, bailarina de Varsovia, que en aquel tiempo tenía 17 años, no podría siquiera haber soñado entonces con el fantástico futuro que le aguardaba en la producción fílmica internacional. Creo que aquí puede decirse, que 25 años después, Pola Negri al cantar "Tango Notturno" en una de sus últimas películas sonoras logró una interpretación que, en mi opinión, está más allá de cualquier obra del género creada en Europa en aquella década.En 1919, un actor, Karol Hanusz canta "The Last Tango" en un cabaret de Varsovia llamado "Black Cat", con música de E. Deloire y una letra que comienza así: "Bajo el cielo azul de la Argentina...".
En 1922, un cantor, Stanislaw Ratold graba en Beka Grand Record, una versión polaca de "Tango du reve", con música de Edouard Malderen. Hasta mediados de los años veinte, el tango en Polonia compartía su posición con otros ritmos bailables de moda: el one-step, el shimmy, el fox-trot y el vals. Creo que algo excepcional ocurrió inmediatamente después de 1925 cuando Zygmunt Wiehler compuso el tango "Nie dzis to jutro" ("Si no es hoy, será mañana") para Hanka Ordonowna, nuestra prominente actriz y cancionista, estrella del cabaret "Qui Pro Quo". A partir de entonces los tangos en Polonia, como producción doméstica, salían en enormes cantidades. El éxito del año 1927 fue el tango "Wanda" -la historia de una chica polaca vendida a un piringundín en la Argentina donde nadie se preocupa por ella, salvo un guitarrista que le promete una mejor vida en otro lugar a condición de que ella se vaya con él. Todos aquellos tangos polacos de fines del veinte eran, de alguna forma, copias del auténtico estilo argentino. La más apreciada intérprete de ese género fue Stanislawa Nowicka, que hasta fue llamada Reina del Tango. Las historias que relatan esas canciones, en general tienen en su mayoría los mismos temas: las quejas de una pobre muchacha, dominada totalmente por su cruel amante, un rey de la noche y maestro del cuchillo: "Esta noche me vas a pegar de nuevo hasta que muera gritando / Pero no tengo fuerzas para abandonarte, bastardo piojoso!"El año 1929 alcanzó la cima: Jerzy Petersburski compuso su "Tango Milonga" el que, con letra en alemán y en inglés se conoció como "Oh, Donna Clara", inmediatamente se impuso sobre otros éxitos en todo el mundo. El mismo año, Wladyslaw Dan, un joven músico, decidió organizar en Varsovia una velada de tangos cantados en castellano por un conjunto de cinco jóvenes con guitarras, acordeón y piano. El espectáculo se abrió con "Plegaria" de Eduardo Bianco y cerró con "Mamita mía" de Enrique Delfino. Wladyslaw Dan se animó a hacer un experimento: él mismo compuso para esta velada dos tangos al estilo argentino con letras especialmente escritas en castellano. Sus títulos eran: "Siempre querida" y "Liana". El nombre que se dio al grupo vocal para esa presentación: Coro Argentino V. Dano, posteriormente se lo conoció como Chor Dana. La moda del tango en Polonia vino de occidente. Sin embargo, debe destacarse que Varsovia, a diferencia de París, Madrid o Berlín, no era la atracción para las embajadas artísticas de músicos y cantantes argentinos en gira por el mundo. El tango llegó a Polonia a través de los discos para gramófono, de los rumores de los diarios y de la radio. Polonia simplemente estaba bien preparada para darle la bienvenida por cuanto siempre existió una especie de apetito para las novedades exóticas. Algunos tangos argentinos adquirieron una popularidad inigualada y fueron inmediatamente tocados y grabados en versiones polacas. Sin embargo, los autores de las letras en polaco no se esforzaron para nada en acercarse a los contenidos del texto original. Ellos escribían su propia combinación de argumentos en un estilo de tipo español o sudamericano o una mezcla de ambos con agregados típicos de aquellos países.Por ejemplo: "Mama yo quiero un novio" tenía como título polaco "Santa Madonna"; "Adiós muchachos" fue transferido a "Donna e Caballeros"; "Sonsa" existía en una versión polaca como "Concha"; el estribillo de "Yira yira" comenzaba con un imperativo "Tenés que hacerlo!". El tremendamente popular, ya mencionado, "Adiós muchachos" tenía hasta dos versiones diferentes en polaco.
El año 1930 y un éxito "Juz nigdy" de J. Petersburski trajeron un aire nuevo al tango polaco. El tango se convirtió en una especie de expresión sentimental con un aire melancólico y hasta depresivo. De tal forma lo condicionaba su letra pero la música, aparentemente, se adecuaba al clima de esos textos. Los estribillos tenían algo que podría llamarse aroma "lacrimógeno" y eso era lo que los hacía, creo, tan populares. Y la popularidad dio como resultado -como de costumbre- una creciente demanda de nuevas obras similares.A medida que pasaban los años, los rasgos del tango polaco tenían cada vez menos algo en común con el prototipo argentino. Cuantos más tangos se componían como producto doméstico, menos interés había por la producción extranjera. La base rítmica del tango polaco era delicada y generalmente lenta. La orquestación se mantenía más bien a la sombra de la primera voz, la melodía recurrente.
En otras palabras, un clima de lamento y nostalgia estaba al frente de los tangos creados por compositores polacos. Sus nombres: Jerzy Petersburski, Zygmunt Karasinski, Artur Gold, Zygmunt Bialostocki, Fanny Gordon, Henryk Wars, Michal Ferszko, por mencionar unos pocos. De todos modos, hubo dos músicos: Arcadi Flato, arreglador de la orquesta de los estudios Odeon y Henryk Gold, arreglador de Columbia, que trataron, con éxito, de mantener el vigor y la frescura en los tangos polacos con los acentos apropiados y el típico carácter del condimento del tango argentino.
Los letristas permanecieron a la sombra de Andrzej Wlast, quien puede considerarse un coloso, en cuanto se refiere a cantidad de textos escritos por él. Nuestros poetas Julian Tuwim y Marian Hemar escribieron algunas hermosas letras para tango, también.Creo que cabe mencionar que la mayoría de esos compositores y letristas, nacidos en Polonia y educados como artistas polacos, en realidad eran de origen judío y llevaban la carga de muchos años de la ocupación y la influencia rusa. Estas circunstancias pueden tener peso, en alguna medida, en sus elecciones artísticas y en su predilección por las tonalidades nostálgicas de la música.A mediados de la década del 30 nuestro fenómeno podría ya haber sido llamado tango polaco. Soy de la opinión que ningún otro país de Europa se hizo eco de la fiebre del tango como Polonia. En mis investigaciones, toda vez que encuentro, por ejemplo, 5 discos polacos viejos, 4 de ellos siempre son de tango. En la página posterior de todas las partituras, donde se publicitan las novedades veremos que más de 3/4 de todas las canciones populares en Polonia eran tangos. Lo mismo puede comprobarse cuando se miran los catálogos de discos para gramófono.
Poco días antes del inicio de la 2da. Guerra Mundial, Janusz Poplawski, un tenor, grabó en el estudio Odeon de Varsovia el tango "Zlociste chryzantemy", el que, de algún modo, cierra en Polonia la época de la gran aventura musical..."

El tango en Polonia, 1913 - 1939.
por Jerzy Placzkiewicz

martes, 5 de febrero de 2013

Próximo Centenario en Berisso


Polaquiando
El sábado 20 de abril de 2013, la Unión Polaca en Berisso (la primera en América del Sur), recordará sus primeros 100 años. Varias décadas de habitar la Capital Bonaerense de los Inmigrantes, me permiten trazar algunas líneas, recordando familias inmigrantes de ese origen, que se afincaron a fines de la década de 1930 en las manzanas cercanas al cuartel de los Bomberos, en un loteo de tierras pertenecientes a herederos de don Manuel Berisso, hermano del ítalo-ligur fundador Juan Bautista y a otras, que enraizaron definitivamente en barriadas distantes, solicitando indulgencia con los involuntarias omisiones.
Se establecieron el sastre Janczarek. Los Nowak y los Kobla, que albergaban a sus paisanos hasta que conseguían trabajo. Romatowski, Orlowski y Tomasewski, obreros de cuchillo en los frigoríficos. Mucha y Jacobo Skowronek, mecánicos. Mosiesko, de singular altura, que llegó a jefe en el Swift por su dedicación y orden. Los Fudali, Kardaszinski, Gotowski, Jagazsewski, Krukowski, Ruskiel, Zsimanowski, Karmaczyk, Krukowski, Ruzkiel, Okolotowicz, Zubik, Kosiel, Kochanowski. Muchos, procrearon vástagos con estudios terciarios o universitarios. Completaban sus labores con negocios de carnicería Szumski, Kublinski, Ferenz y Oltuszek. Este último, con su comercio vecino a los Ucranianos Prosvita, estornudaba tan estridentemente que desde el Bar Victoria le respondían los parroquianos a coro, con el ¡salud! de práctica.
El matrimonio Dragowski, que regenteaba una pequeña almacén, con un descendiente varón, que resultó un excelente ingeniero. Bladycko, que ama la historia y sus consecuencias, luchando por conservar las pruebas del pasado. Wroblewski y Swirski, dirigentes comunitarios, columnas de su colectividad. El segundo figura entre los aportantes financieros para el libro *Los polacos en América del Sur* de Estanislao Piszik. Wroblewski con sus hijas Valeria y Olga, visitaba a sus paisanos para las Nochebuenas, con una estrella de papel parafinado iluminada con una vela, con figuras del pesebre navideño, entonando un villancico nativo, cuya fonética sonaba como *NIEMA PUÑE MAI GORALI*.
Szymañski, nonagenario que afirmaba que San Pedro no lo llamaba pues no podía pronunciar su apellido, pero que un día iba a lograrlo. Jastrembowski, amante de la trayectoria de la polaquería en la ribera donde asentaron, soportando su sordera, ejerciendo de abogado y con un feraz complejo de Edipo. El destacado médico cirujano Alejandro Mayoski. Ana, Celina, Estanislao y Mariano Wojciechowski, pioneros del monte deltero. Zadinski, ingenioso inventor de la contratuerca que se autoajustaba. Las hermanas Irene y Sofía Lasek, de Villa Paula, entre la historia de su barrio y la enfermería, a la que agregamos la presencia de las familias Laskowski y Mankowski.
Los Dobrowlañski con descendencia portadora de diversos oficios y Walter, el escultor, genuino representante del arte local.
Florián Czarnyszewicz, operario en los frigoríficos. Escribió 5 novelas, una con temática lugareña, figurando en la literatura polonesa. Jubilado, fijó residencia en Villa Carlos Paz, Córdoba, donde falleció. Su obra fue remitida a la Casa Polaca de la Capital Federal. Esta historia la posee en Varsovia, el periodista Dariusz Jarosinski, gracias a la Página Web del Museo 1871.
Los Szelagowski decidieron mudarse a La Plata definitivamente. Miguel, abogado, fue Embajador Argentino en Polonia durante el Gobierno del Dr. Alfonsín. Trajo de recuerdo una estatuilla en cerámica del General Prisulski. Ricardo, fue Fiscal de Estado de la Provincia de Buenos Aires, hasta su fallecimiento. Cecilia, artista plástica, suele sumarse a eventos en la sede social institucional.
Román Urbañski, carpintero, esposo de Augusta Sopchic, vecinos de los Paruchewski y de los Sosnowski. Siete hijos varones, el último apadrinado por el presidente Figueroa Alcorta y una mujer, Blanca, que le apasionaba cantar tangos. *Urbañski Hermanos* fue la primer imprenta con que contó Berisso, sucedida por César Lupienski, laborando hasta sus días postreros. Habitaban una casona de madera y chapas en la calle Abundancia, luego Trieste (164), a media cuadra de la Sociedad Griega.
Amadeo Urbañski fue consultado por el Maestro Moszynski sobre un sector urbano poblado por inmigrantes polacos. Su resultado fue la actual centenaria UNION POLACA, que ha sumado otros apellidos: Klinkowicz, Matula, Poveda, Droghei, Zyromski, Kapala, Zacharewski, Zibeka, Hawrisko, algunos arribados luego de la segunda guerra mundial, como Wojtacek, combatiente en la batalla de Monte Casino, Italia.
A la calle numerada como 10 ESTE (ex. Nueva Callao), le fue asignado el nombre de POLONIA por el afincamiento de inmigrantes de ese origen y en el Barrio Universitario una arteria lleva el nombre de MARIA CURIE SKLODOWSKA, dos veces galardonada con el Premio Nóbel de Química. Al cumplirse 500 años del nacimiento del Sabio Nicolás Copérnico se descubrió un busto conmemorativo en la esquina oeste de la Plaza Almafuerte. El original, obra del escultor Fúrfaro, fue destruido por un ofuscado vecino, que lo confundió con un personaje político y debió ser repuesto.
Compartimos la visita internacional del entonces presidente Lech Walesa –notable gremialista-, participando del acto protocolar en la Plaza San Martín de la Autónoma Buenos Aires. Es insoslayable recordar en cada reunión de camaradería la indeleble figura del Papa Juan Pablo II, el Karol Wojtila de Wadowice.
El permanente recuerdo de la luchada Independencia y del valor inclaudicable de los soldados originarios. Una Cátedra Libre del Cultura y Pensamiento Polaco en la Universidad de La Plata, ejercida por personalidades. La ceremonia del *Oplatek* de todos los diciembres, deseando ventura para el año venidero. El Ballet Poznan-Pryjaciel en todas sus versiones. Los exquisitos pieroguis y la genuina belleza de las varias veces Reinas del Inmigrante, completan la sumatoria que intentamos.

Horacio Urbañski
Escritor, miembro de la Asociación de Entidades de Bien Público y de la Unión Polaca en Berisso.
( extraido de la publicación Mundo en Berisso )

sábado, 2 de febrero de 2013

Récord polaco: 82 años de casados




La pareja polaca formada por Ignacy (104 años) y Stefania (101) celebra en estos días sus 82 aniversario de casados, lo que los convierte en el matrimonio más longevo de Europa y uno de los más duraderos del mundo, según los medios polacos.
Ignacy y Stefania Stasiak se casaron el 1 de febrero de 1931 en una iglesia de su localidad natal, Aleksandrów Lódzki (centro de Polonia), donde actualmente todavía residen.Antes de jubilarse, hace varias décadas, Ignacy trabajó como carpintero en esta ciudad y construyó la mayoría de los muebles de muchos de sus vecinos y de su propia casa, que levantó junto con su padre en 1937.
Ignacy siempre solía desplazarse en bicicleta hasta que, a la edad de 86 años, sufrió una colisión con un automóvil que le causó una fractura de cadera y le apartó definitivamente de su afición al ciclismo. Su esposa, Stefania, pasó muchos años como empleada en una fábrica de confecciones local y ocupada con el cuidado de sus dos hijos. La foto expuesta corresponde al octógesimo aniversario. Felicidades y Bendiciones porque son un ejemplo de amor, compañerismo y tolerancia.