sábado, 26 de mayo de 2012

Otra victoria. 1 a 0 sobre Eslovaquia


Polonia, encuadrada en el grupo A de la Eurocopa 2012 junto a Grecia, Rusia y la República Checa se impuso en otro amistoso por la mínima (1-0) a Eslovaquia en el HYPO Group Arena de Austria, el pasado sábado 26 de mayo. El tanto fue anotado por el defensa Damien Perquis en el minuto 30 de la primera mitad.
La selección polaca formó de inicio con Szczesny, Perquis, Wasilewski, Piszczek, Boenisch, Obraniak, Polanski, Blaszczykowski, Murawski, Rybus y Lewandowski.
Por su parte, Eslovaquia salió con Pernis, Cech, Michalik, Hubocan, Pekarik, Svento, Hamsik, Kucka, Holosko, Sestak y Jendrisek.

viernes, 25 de mayo de 2012

Amistoso: Polonia 1-0 Letonia


Un gol a ocho minutos del final de Artur Sobiech dio la victoria ante Letonia a Polonia, que inició el tramo final de su preparación para la Eurocopa 2012 que organiza junto a Ucrania.
En el choque disputado en Austria, donde tiene fijado su lugar de concentración el combinado de Franciszek Smuda, Polonia salió airoso del compromiso ante la débil Letonia, que no dio facilidades a su adversario.
Fue el delantero del Hannover alemán Sobiech, el que aprovechó de cabeza un centro del atacante del Sivasspor turco Kamil Grosicki para anotar el único gol del encuentro y alentar el ánimo polaco.
La selección de Polonia, encuadrado en el grupo A con Grecia, República Checa y Rusia, continuará su preparación en Austria, donde se medirá, el próximo sábado, a Eslovaquia. Finalmente, completará su relación de ensayos ante Andorra, en Varsovia, el 2 de junio, seis días antes del arranque del torneo.
Ficha técnica
1 - Polonia: Lukasz Fabianski, Sebastian Boenisch (Wawrzyniak), Powel Brozek (Sobiech A.), Grosicki, Jodlowiec (Kaminski M.), Mierzejewski (Kucharczyk M.), Murawski, Polanski, Wasilewski, Wojtkowiak y Wolski (Matuschyk A.).
0 - Letonia: Dorosevs, Cauna, Fertovs, Gorkss, Ivanovs, Klava, Laizans (Sinelnikovs), Lukjanovs (Kamess), Rudnevs (Gauracs), Rugins y Visnakovs (Pereplotkins)
Goles: 1-0, m.82: Artur Sobiech
Incidencias: encuentro internacional amistoso disputado en el Sportpark Klagenfurt (Austria).

Llega...."POLONIA Y LA EUROCOPA"


"Polonia y la Eurocopa" será un ciclo especial que se emitirá por Radio Gama AM 1400 khz ,entre el 8 de Junio al 1 de Julio, que llevará una cobertura especial sobre el torneo futbolístico más importante del Viejo Continente. Con la información deportiva más precisa a lo que se sumará el análisis sobre la importancia para Polonia en su organización. Como co-anfritiona diversos sectores de la vida del país se han visto favorecidos, dándole sin lugar a dudas un papel muy importante en el sentido social y económico. Sólo resta que la Biało-Czerwoni levante la tan ansiada Copa por todos los polacos en el mundo !!!!!
Desde Buenos Aires "Godzina Polska" suma a la colectividad polaca en Argentina esperando nos acompañen

miércoles, 16 de mayo de 2012

Koko Euro Spoko


El grupo Jarzebina, formado por las ocho abuelas que interpretan el himno de Polonia para la Eurocopa, han decidido registrar su canción ante la avalancha de versiones que en las últimas semanas se han hecho de su popular «Koko Euro Spoko».
Las abuelas quieren evitar que otros se beneficien del gran éxito que ha despertado el tema, una canción al más puro estilo del folclore polaco que no pasa inadvertida y ha provocado numerosos aplausos y críticas, tal y como recuerda la cadena de televisión TVP.
Pero lo cierto es que la voz aguda de las abuelitas sonará en la inauguración del torneo y en los partidos que se disputarán en Polonia, donde ya se han hecho versiones tecno, rap, disco o hip hop del «Koko Euro Spoko».
La canción fue elegida por votación de los oyentes de la emisora Radio Zet y TVP, y para su promotor, Michal Malinowski, puede suponer un antes y un después en el folk polaco. "Es una brisa de aire fresco" para la música tradicional de Polonia, ha dicho Malinowski frente a quienes critican la imagen "anticuada y rural" que significa ver a un grupo formado por ocho abuelitas vestidas con trajes folclóricos polacos interpretando el himno de la Eurocopa.
Malinowski va más allá y considera que los polacos deberían disfrutar de sus tradiciones y su folclore. "Tenemos que recordar que los visitantes que vengan de fuera no van a apreciar nuestras carreteras, porque no estarán construidas, pero sí podemos ofrecer nuestra tradición y la belleza de la cultura polaca".
Mírelo cliqueando aquí: http://www.youtube.com/watch?v=YtDhMzDkois

INVITACION PARA TODOS



Invitamos al acto de presentación de la obra MÁS ALTO QUE LOS CÓNDORES de Víctor (Wiktor) Ostrowski, muy esperada y añorada edición castellana del libro que popularizó el montañismo.
El libro de Ostrowski, publicado por la Cruz Pampa Editores, aporta valores deportivos, geográficos, literarios y culturales, pero sobre todo trasmite profundos valores humanos. MÁS ALTO QUE LOS CÓNDORES no es sólo un manual de exploración y ecología. Es sobre todo un manual de ética. El montañismo argentino fue fuertemente impulsado por las expediciones polacas a los Andes.
Este libro es sin duda una de las mejores narraciones de aventuras desarrolladas en el hermoso escenario de la cordillera central y teniendo los cerros más altos de América como testigos. Difundir MÁS ALTO QUE LOS CÓNDORES constituye un nuevo homenaje a aquellos hombres que exploraron las montañas argentinas y marcaron un camino: no sólo en la montaña sino también en la vida.
La presentación del libro se realiza en el marco del ciclo de Debates sobre la Cultura Polaca, llevado a cabo cada tercer viernes del mes y organizado por la Biblioteca Polaca Ignacio Domeyko y la Embajada de Polonia. El acto contará con la presencia del Embajador de la República de Polonia, Jacek Bazanski y el editor de Cruz Pampa Editores, Pablo Minteguía. También estaremos allá todos a los que Víctor Ostrowski –con su obra y su ejemplo- nos formó y educó.

Viernes 18 de mayo de 2012, a las 19:00 hs.
Borges 2076, Salón Auditorio
Entrada libre y gratuita hasta completar la capacidad de la sala

sábado, 12 de mayo de 2012

MENSAJE DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II CON OCASION DEL 50º ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE MONTECASSINO


 1. Montecassino... ¿Qué os dice esta palabra a todos vosotros, presentes hoy en este cementerio? Os dice muchísimo: habla de la victoria obtenida allí, y también del precio que tuvieron que pagar por ella los polacos, combatiendo como aliados de otras naciones. Esa alianza fue la consecuencia de los acontecimientos que se iniciaron el 1 de septiembre de 1939. La República polaca buscaba por aquel entonces aliados en Occidente, porque era consciente de que ella sola no podía afrontar la invasión de la Alemania hitleriana. Pero quizá no sólo por esa razón. Los polacos se daban cuenta de que la lucha que debían afrontar, no sólo constituía un imperativo patriótico para defender la independencia del Estado que habían reconquistado hacía poco, sino también revestía un significado más amplio para toda Europa. Europa debía defenderse de la misma amenaza de la que se defendía Polonia. El sistema nacionalsocialista era contrario -por decirlo así- al "espíritu europeo". No se podían intentar ininterrumpidamente soluciones aparentes para ese problema. Esos intentos tuvieron como consecuencia nuevas víctimas con la invasión de Checoslovaquia. Ciertamente se habrían verificado resultados similares, si Europa no se hubiera decidido a dar un paso firme incluso en sentido militar. Por eso, la decisión que tomó la República polaca en 1939 fue justa. En efecto, resultaba claro que no era posible defender Europa sin decidirse por una guerra defensiva, cuyo primer eslabón fue precisamente Polonia, en 1939.

2. La victoria de Montecassino tuvo lugar casi cinco años después, el 18 de mayo de 1944. Estaba a punto de terminar la terrible guerra mundial, que no sólo había atravesado casi enteramente Europa, sino que también había implicado en su vorágine a algunos Estados extraeuropeos, sobre todo a Estados Unidos, en la formación de los aliados, y a Japón, con el así llamado Eje. Para comprender lo que sucedió en Montecassino, se necesita introducir en nuestra reflexión otra fecha del pasado: el 17 de septiembre de 1939, cuando Polonia, que se defendía desesperadamente de la invasión del oeste, fue atacada por el este. Y eso perjudicó el curso de los acontecimientos de aquel septiembre polaco, dando inicio a una doble ocupación, con los campos de concentración hitlerianos en occidente y los soviéticos en oriente. En el este se consumó el drama de Katyn, que sigue siendo hasta hoy un testimonio singular de la lucha que empezó allí.

Para comprender los hechos de Montecassino, es preciso tener ante los ojos también ese capítulo oriental de nuestra historia, porque el ejército comandado por el general Wladyslaw Anders, que desempeñó un papel tan importante en la batalla de Montecassino, estaba formado en gran parte por polacos que habían sido deportados a la Unión Soviética. Además de ellos, había soldados y oficiales que habían pasado clandestinamente desde la Polonia ocupada a occidente, a través de Hungría, con la intención de continuar allí la lucha por la independencia de su patria. Montecassino fue una etapa importante de esa lucha. Los soldados que participaron en esa batalla estaban convencidos de que, contribuyendo a la solución de los problemas de toda Europa, recorrían el camino que los llevaba a la Polonia independiente.

3. Vosotros, que habéis combatido aquí, lleváis en el corazón el recuerdo de todos vuestros compañeros de armas. Habéis venido aquí para visitar el cementerio militar polaco de Montecassino, donde reposan también el general Wladyslaw Anders y el arzobispo Józef Gawlina, pastor fiel del ejército polaco en los campos de batalla. Aquí reposan muchos de vuestros compañeros: soldados y oficiales cuyos nombres no son sólo polacos, sino también ucranios, bielorrusos o judíos. Todos tomaron parte en la lucha por esa gran causa, como testimonian los cementerios de Montecassino, Loreto, Bolonia o Casamassima. Nuestro recuerdo y nuestra oración se dirigen a los caídos que, en el momento de dar su vida, pensaron en sus seres queridos que estaban en Polonia. Su muerte fue el testimonio de la disposición que caracterizaba por aquel entonces a toda la sociedad: dar la vida por la santa causa de la patria.

No podemos olvidar que en el mismo año 1944, algunos meses más tarde, estalló la insurrección de Varsovia, episodio correspondiente al de la batalla de Montecassino. Los polacos que estaban en su patria consideraron que había que comenzar esa batalla, para manifestar que Polonia luchaba, desde el primer día hasta el último, por defender no sólo su libertad, sino también el futuro de Europa y del mundo. Estaban convencidos de que el ejército soviético, que ya se hallaba cerca de Varsovia, junto con las fuerzas polacas que habían surgido en el territorio de la Unión Soviética, contribuiría de modo decisivo al éxito de la insurrección de Varsovia. Pero por desgracia no fue así. Sabemos que Polonia, a causa de la insurrección de Varsovia, pagó un precio altísimo: no sólo la muerte de miles de polacos y polacas de mi generación, sino también la destrucción casi total de la capital.

4. Con esa imagen de hace cincuenta años ante nuestros ojos, tenemos que repetir una vez más esta palabra: Montecassino, nombre que encierra un significado mucho más antiguo que el que se le atribuyó en 1944. Hay que volver atrás quince siglos, a los tiempos de san Benito. Precisamente en Montecassino se erigió una de aquellas abadías benedictinas que iniciaron la formación de Europa. Los historiadores demuestran que gracias al principio benedictino ora et labora, tras la caída del imperio romano de occidente y las migraciones de los pueblos, empezó a nacer esta Europa, cuyas bases civiles y culturales se han conservado hasta hoy. Ésta es la Europa cristiana. San Benito en occidente, al igual que san Cirilo y san Metodio en oriente, contribuyó a la cristianización de Europa durante el primer milenio. Más aún: las naciones europeas les deben los comienzos de su cultura y de esta civilización occidental que, desarrollándose a lo largo de los siglos, se ha extendido también a otros continentes.

¿Qué representa, desde este punto de vista, la batalla de Montecassino? Fue el enfrentamiento de dos "proyectos": uno, tanto en oriente como en occidente, tendía a desarraigar a Europa de su pasado cristiano, ligado a sus patronos y, en especial, a san Benito; el otro tendía a defender la tradición cristiana de Europa y "el espíritu europeo". El hecho de que la abadía de Montecassino haya sido arrasada reviste el valor de un símbolo. Cristo dice: "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto" (Jn 12, 24). Se comprende que la antigua abadía de Montecassino tenía que ser destruida para que, sobre sus ruinas, comenzara una vida nueva para toda Europa. Y, en cierto sentido, así sucedió. Sobre las ruinas de la segunda guerra mundial comenzó la construcción del edificio de la Europa unida, y sus primeros constructores se inspiraron decididamente en las raíces cristianas de la cultura europea.

5. Los polacos no pudimos tomar parte directamente en la reconstrucción cristiana de Europa, emprendida en Occidente. Nos quedamos con las ruinas de nuestra capital. Aunque éramos aliados de los vencedores, nos hallábamos en la situación de los derrotados a los que, durante más de cuarenta años, se les impuso el dominio desde el este en el ámbito del bloque soviético. Y así, para nosotros, la lucha no terminó en 1945; fue necesario reanudarla desde el principio. También a nuestros vecinos les ocurrió lo mismo. Por eso, junto con el recuerdo de la victoria de Montecassino, hay que afirmar hoy la verdad sobre todos los polacos y polacas, que en un Estado aparentemente independiente, fueron víctimas de un sistema totalitario. En su patria dieron su vida por la misma causa por la que murieron los polacos en 1939, después durante toda la ocupación y, por último, en Montecassino y en la insurrección de Varsovia. Hay que recordar a cuantos murieron también a manos de las instituciones polacas y de los servicios de seguridad, que siguieron al servicio del sistema impuesto desde el este. Es preciso recordarlos, por lo menos antes Dios y ante la historia, para no ofuscar la verdad sobre nuestro pasado en este momento decisivo de la historia. La Iglesia recuerda a sus mártires en los martirologios. No se puede permitir que en Polonia, especialmente en la Polonia contemporánea, no se reconstruya el martirologio de la nación polaca.

6. Ése es el precio que hemos pagado por nuestra independencia actual. Si después de la primera guerra mundial fue necesario combatir para que Polonia volviera a aparecer en el mapa de Europa, después de la segunda guerra mundial nadie tenía dudas a ese respecto. La nación polaca había pagado un precio muy alto; había recuperado su derecho a existir como Estado con esfuerzos y sufrimientos tan grandes, que ni siquiera nuestros enemigos -digámoslo: nuestros dudosos amigos del este y del oeste- pudieron poner en tela de juicio ese derecho. Hay que decir esto también hoy, con ocasión del gran aniversario de la batalla de Montecassino, porque reviste un significado fundamental para nuestro presente polaco y europeo. Y si no se puede separar el "hoy" del pasado, de toda la historia y, especialmente, de los cincuenta años que acaban de pasar, tampoco se puede olvidar que cada "hoy" humano introduce a un futuro humano. ¿Cómo será el mañana de Polonia y de Europa? Muchos elementos encierran buenas promesas para ese mañana. Al parecer, Europa se ha separado de los peligrosos sistemas que la han dominado durante este siglo XX, y es común la voluntad de una coexistencia pacífica entre las naciones. ¿Es ésta también la voluntad de construir su futuro en el espíritu de Montecassino? Montecassino representa un símbolo purificado por la experiencia de la historia. Pero ¿acaso no debemos sentir miedo de no ser capaces de sacar las justas conclusiones de esa experiencia, dejándonos engañar por otros espíritus, que tienen poco en común con el de Montecassino o que, incluso, se oponen a él, hasta el punto de ser responsables, quizá, de su destrucción sistemática?

Por ese motivo, no podemos concluir nuestra meditación con ocasión del 50º aniversario de la victoria de Montecassino sin mencionar esa advertencia para el futuro y, al mismo tiempo, sin pedir a Dios que permanezca con nosotros y nosotros con él. Hemos de orar, para que sepamos hacer buen uso de la libertad reconquistada a un precio tan alto; para volver a la herencia de san Benito y de san Cirilo y san Metodio, copatronos de Europa del este y del oeste.

A ellos, como a todos los patronos de nuestra nación, especialmente al que constituye el símbolo de nuestro siglo, el santo mártir de Auschwitz, Maximiliano María Kolbe, y también a la Madre de Jasna Góra, Reina de Polonia, encomiendo a todos los presentes y a toda nuestra patria, al final del segundo milenio y en vísperas del comienzo del tercero.

Os bendiga Dios omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Vaticano, 18 de mayo de 1994.


miércoles, 9 de mayo de 2012

Aniversario de la Batalla de Montecassino


La abadía benedictina de Montecassino se encontraba enclavada en un sitio estratégico a 90 kilómetros al sur de Roma. Las tropas alemanas la utilizaron como enclave desde el que iban a frenar el avance aliado hacia el norte.
Del 20 de enero al 25 de mayo de 1944 tropas de paracaidistas germanos resistieron los reiterados ataques de tropas neozelandesas, británicas, canadienses y de polacos encuadrados en el ejército británico.
Este fué uno de los combates más sangrientos de la Segunda Guerra Mundial y culmina cuando los soldados polacos logran hacer replegar las fuerzas nazis y por consiguiente lograr flamear la bandera polaca sobre las ruinas de la mencionada abadía.
La batalla supuso la completa destrucción de uno de los monasterios más célebres de Europa, fundado por San Benito en el siglo VI.
Tras superar la resistencia germana, las tropas aliadas continuaron su avance libremente hacia Roma. La ciudad eterna era tomada el 4 de junio de 1944.
En en cementerio polaco de Montecassino rezan unas palabras conmovedoras:

NOSOTROS,       LOS SOLDADOS    POLACOS,

POR     NUESTRA  Y    VUESTRA     LIBERTAD,

ENTREGAMOS   NUESTRAS    ALMAS A  DIOS,

NUESTROS CUERPOS A LA TIERRA ITALIANA

Y   NUESTROS   CORAZONES    A    POLONIA.