viernes, 31 de agosto de 2018

79 años del inicio de la Segunda Guerra


Por 7 dìas la radio de Varsovia repetirà "Westerplatte lucha".
La resolución de la Sociedad de Naciones del 9 de diciembre de 1925, permitió a Polonia establecer en Danzig, una guarniciòn estable de 88 hombres para la vigilancia de Depósito de Trafico Militar, al que una resoluciòn anterior le daba derecho . Este Depósito tenía su origen en los envíos de armas occidentales que Polonia había recibido a través del puerto de Danzig durante la guerra contra los bolcheviques. Se trataba de una especie de polvorín y terminal ferroviaria emplazados sobre una pequeña península de unos pocos kilómetros cuadrados en el estuario del río Vístula denominada Westerplatte.
El complejo incluía algunos edificios de oficinas, alojamientos de oficiales, una aduana y un muelle. Se encontraba rodeado por un muro de ladrillo rojo con una verja metàlica sobre las vìas.
Propiamente carecia de defensas a parte de unas viejas casamatas alemanas de la Primera Guerra Mundial, que apuntaban hacia el mar y que habìan sido heredadas sin artillar.
A partir de 1933, con el ascenso Hitler al poder y el consiguiente deterioro de las relaciones con Alemania el sentido común aconsejaba reforzar la posición a la vista de las continuas provocaciones que se sucedían. A pesar de ir contra el mandato de la Sociedad de las Naciones los polacos planearon aumentar la guarnición hasta los 210 hombres, aunque el inicio de la guerra contaba con un total de 182 soldados oficiales y suboficiales, introduciendo también algunos elementos para reforzar su defensa.
Trabajando mayormente de noche, bajo la dirección del mayor Josef Silakowsky comenzaron obras de fortificación en el verano de 1933. En primer lugar se construyeron trincheras formando un pentágono irregular en el centro de la península, a cubierto de las miradas por un frondoso bosque. En el interior de ese recinto cerrado con alambre de púas se construyeron barracas para albergar a los militares, diseñados ingeniosamente para que sus plantas bajas sirvieran como refugio antiaéreo camuflado capaz de resistir un impacto directo de bombas de hasta 250kgs. Del mismo modo la villa que albergaba a funcionarios y oficiales se remozo para servir como bastión y se acondicionaron someramente las casamatas alemanas preexistentes. Completadas en diversas etapas las obras finalizaron en el verano de 1936.
Paralelamente se reforzó el arsenal. En el verano del 38 llegaron 2 cañones Bofors AT de 37mm, en la primavera del 39 junto con refuerzos de personal llegó 1 cañón de campaña de 75mm y 4 morteros Strokes de 81mm. El armamento personal de 160 fusiles y 40 pistolas se completo con 30 ametralladoras pesadas, 8 fusiles ametralladores y 1000 granadas de mano.
El jefe del puesto polaco, Mayor Henryk Sucharski, recibió instrucciones de "mantenerse durante 12 horas" en caso de invasión, Su segundo era el   capitán Franciszek Dabrowski.
El 25 de agosto entró en el puerto de Gdansk el acorazado alemán "Schleswig Holstein" que, según un comunicado oficial, llevaba a bordo solamente cadetes en faena de entrenamiento marino. Falso.
Una unidad de asalto muy bien armada, integrada por más de 200 soldados, había subido al navío en pleno mar Báltico.
Para el 26 estaba previsto el ataque contra el puesto, pero fue suspendido a última hora por el propio Führer, al producirse la firma de un tratado de ayuda militar entre Polonia, Gran Bretaña y Francia. Hitler tardó cuatro días en tomar la decisión definitiva.
La noche del 31 de agosto era clara y con luna llena. El acorazado alemán había anclado frente a Westerplatte. En su cuaderno de bitácora, el capitán anotó a las 4:43 de la madrugada del primero de septiembre: "El navío va al ataque".
Dos minutos más tarde, los 14 cañones del barco rompieron el silencio del amanecer. ¡Había comenzado la Segunda Guerra Mundial!
Simultáneamente, tropas de asalto hitlerianas volaron la puerta principal de la estación ferroviaria y parte del muro que rodeaba al puesto polaco.

Desde las primeras escaramuzas, los invasores recibieron una firme respuesta de los defensores del lugar. Unos apuntes hallados por casualidad en los años 80, hechos por un soldado alemán participante en ese primer ataque decían:

"Por desgracia, hemos menospreciado Westerplatte. Ya durante el primer ataque, la mitad de la compañía de asalto quedó inutilizada. Los muertos, que hubo muchos, quedaron allí donde cayeron, a los heridos se los pudo salvar."

Ese mismo día, en Gdansk los fascistas trataron de tomar por asalto el edificio del correo de la ciudad. Sus defensores, funcionarios postales polacos, no se rindieron hasta la noche, cuando los atacantes utilizaron lanzallamas para incendiar el centro. Casi todos los sobrevivientes fueron fusilados luego de haberse rendido al agotar su parque de municiones.

El 2 de septiembre, ante la tenaz resistencia de la guarnición acantonada en el puesto de tránsito, 47 aviones de la Luftwaffe alemana bombardearon la base.

Mil soldados alemanes llegaron como refuerzo, con una batería de cañones. A pesar de las continuas embestidas, siempre fueron rechazados.

En la madrugada del día 7  los nazis iniciaron su decimotercero ataque contra el cuartel de Westerplatte. Esta vez la acción concertó aviación, cañoneo desde el acorazado y por la artillería terrestre y el incendio de los bosques circundantes.

Sin apoyo exterior, acosados por mar, tierra y aire, el jefe del puesto izó la bandera blanca a las 10 de la mañana del 7 de Septiembre de 1939. El saldo de bajas era elocuente. De los dos mil soldados alemanes participantes de la agresión, la mitad resultó muerta o herida. Del destacamento polaco de 202 hombres sufrió 14 perdieron la vida  y 11 resultaron heridos.

 MUCHAS GRACIAS WWW.VARSOVIASEDEFIENDE.COM.AR Y ANDRÉS CHOWANCZAK POR COMPARTIR DATOS HISTÓRICOS POCO DIFUNDIDOS.

domingo, 26 de agosto de 2018

“Las inocentes”, la película sobre unas monjas polacas violadas por el Ejército Rojo en la II Guerra Mundial


La película narra la historia de una joven doctora de la Cruz Roja a la que una monja le pide que acuda al convento porque algunas de las religiosas están embarazadas. La médico les presta su ayuda a pesar del peligro. No es ficción se basa en hechos reales. Fue una desgraciada constante en la Segunda Guerra Mundial, especialmente en lo referente al Ejército Rojo en su avance oriental sobre Alemania: las violaciones masivas a las mujeres más indefensas. Son tristemente célebres las violaciones en la toma de Berlín en mayo de 1945. Pero hay otros episodios menos conocidos. Uno de ellos es el de las monjas polacas violadas tras finalizar la contienda. Si esta historia se conoció fue gracias a los diarios que escribió el sobrino de la doctora Madeleine Pauliac que atendió al convento en el que soldados del Ejército Rojo cometieron violaciones de todo tipo.
Es el horror que la cineasta Anne Fontaine ha llevado al cine bajo el título de Las inocentes, que narra la historia de una joven doctora de la Cruz Roja a la que una monja solicita ayuda: es urgente acudir al convento. La médico no sabe de qué se trata hasta que descubre que algunas de las monjas están embarazadas.
A partir de ahí la joven se juega el pellejo porque ayuda a las hermanas y eso es un desafío a la Cruz Roja. Por supuesto, las monjas crían a sus hijas. En el diario de Pauliac la prosa es desgarradora: “Había 25 monjas. 15 fueron violadas y asesinadas por los rusos. El resto fueron violadas desde 35 veces, hasta 50. Nada de eso sería de una importancia mayor si no hubiese sido porque 5 de ellas estaban embarazadas. Vinieron a pedirme consejo y hablaron de aborto en términos velados”.
La directora de la película confiesa que antes de hacer la película se marchó durante unos meses a un convento para convivir con religiosas, lo que le pareció imprescindible para conocer su manera de vivir. Para Fontaine, la fe es uno de los factores decisivos de la película. “Existen muchas formas de expresar nuestra fe, no tiene por qué ser sólo de una forma religiosa, también lo podemos hacer a través del amor. Cuando la fe viene de dogmas preconcebidos no nos puede ayudar, pero no creer en nada tampoco es bueno”, sostiene.

miércoles, 22 de agosto de 2018

La serie polaca “Ultraviolet” se estrena exclusivamente en Netflix


Un grupo de detectives aficionados que buscan justicia a través de la tecnología.Tras adquirir sus derechos, el gigante de streaming Netflix sumará a su catálogo la serie polaca Ultraviolet. El drama narra la historia de Ola Serafín, una joven de 30 años que, por razones desconocidas, se ve obligada a abandonar su vida en Londres y regresar a su país natal, Polonia. Inspirada en el libro "The Skeleton Crew", de Deborah Halber, el thriller internacional fue dirigido por Jan Komasa y Slawomir Fabicki. El elenco está compuesto por Sebastian Fabijanski, Agata Kulesza, Bartłomiej Topa y Marek Kalita. La serie también fue inspirada por una experiencia personal que vivió la productora del proyecto, Wendy West. La serie, originalmente, se estrenó en su país de origen, Polonia, en Octubre de 2017.
Información técnica
Primera temporada: 10 capítulos de 60 minutos
Creada por Slawomir Fabicki y Jan Komasa
Protagonistas: Viet Anh Do, Karolina Chapko, Paulina Chapko y Magdalena Czerwinska
Lenguajes disponibles: inglés (idioma original) y español (subtitulada y doblada)

lunes, 20 de agosto de 2018

Los ojos de Polonia en Santa Fé





El mes de Agosto 2018 sin dudas inolvidable. No sólo por nuestros 13 años de transmisión, sino pórque dentro de los viajes programados, ha sido sumamente destacado lo ofrecido por el Dom Polski de Santa Fé en lo que fué el 25° aniversario Fiesta de Colectividades de dicha provincia. Nuestros paisanos ofrecieron stands culturales como "12 Mujeres Polacas en la Historia de Polonia" y "Taller de Wycinanki, arte polaco del corte", la representación de su precioso, nutrido y excelente balet "Aguila Blanca" recorriendo danzas regionales polacas y el gastronómico con la degustación de platos, comidas rápidas y postres: bigos, pierogi, noga swini, krakowska, lobelska, szarlotka y mucho más a precio, cantidad y calidad incomparables. Con gran beneplácito nos cruzamos con muchos oyentes que nos reconocieron y se acercaron para saludarnos como Ariana Oleinizak y Javier Miranda de Paraná, Entre Ríos. Ellos nos acompañan casi una década.  Pero lo mejor ha pasado por la calidad humana absolutamente de todos: Krystyna Netkiewicz y sus hijas, el muy noble Juan Pablo Walburg, la simpática Lola Swiatek, la dulzura y generosa Renata Krupop, el matrimonio de Eduardo y Josefina que se esmeraron por demás para que nuestra estadía fuese excelente y para todos y todas miembros de comisión directiva que dejaron el alma para que la velada haya sido excelente y perdurable. Vaya para todos un afectuoso saludo, sabiendo que muy pronto volveremos a encontrarnos. "Dom Polski" de Santa Fé y "La Hora de Polonia" un sólo corazón!!!

sábado, 11 de agosto de 2018

Pienso en el "Día del Niño".....


Mały Powstaniec (traducido al español como "El Pequeño Insurrecto") es una estatua en conmemoración a los niños soldado que lucharon y fallecieron durante el Alzamiento de Varsovia de 1944. Se localiza en la calle Podwale, cerca del centro histórico de Varsovia.​
La estatua muestra a un niño pequeño y portando un casco y sosteniendo una metralleta. Según la creencia popular, la estatua representa a "Antek", un chico asesinado el 8 de agosto de 1944 a la edad de trece años. Tanto el casco como el arma son alemanas, pues la mayor parte del equipo de la resistencia polaca era capturado de los nazis.​
Jerzy Jarnuszkiewicz creó el diseño para el monumento en 1946, que más tarde fue utilizado para hacer copias más pequeñas de su estado actual.​ La estatua se inauguró el 1 de octubre de 1983 por el profesor Jerzy Świderski, un cardiólogo que fue mensajero de la Armia Krajowa durante al alzamiento, empleando el seudónimo "Lubicz". Detrás de la estatua hay una placa con las palabras "Warszawskie Dzieci" ("Los niños de Varsovia"), seguida de una popular canción de la época. "Warszawskie dzieci, pójdziemy w bój - za każdy kamień twój, stolico damy krew" ("Somos los niños de Varsovia, yendo a la batalla - para cada piedra nuestra, vamos a dar nuestra sangre")