domingo, 8 de junio de 2014

Niech żyje Wolna Polska!



Polonia fue centro de atención mediática en el mundo durante la última semana por los actos de celebración del 25 aniversario de las primeras elecciones semilibres el 4 de junio de 1989, o como muchos medios titularon el 25 aniversario de la independencia del país. La visita del presidente norteaericano Barack Obama a Varsovia y su emotivo discurso frente al Palacio Real  fue el momento culminante de estos actos.

Un gran número de artículos han aparecido en la prensa, tanto en medios de lengua inglesa como de lengua española, en los últimos días elogiando la trayectoria y los grandes logros de Polonia en los últimos 25 años. Muchos de ellos han hablado del ‘milagro económico polaco’, que queda reflejado en las espectaculares cifras de crecimiento económico, sobre todo desde la entrada del país en la UE.

CNN pidió a sus telespectadores y lectores durante las últimas dos semanas a través de su sección Ireport que escribieran sobre lo que más les gustaba de Polonia. Entre las 25 cosas que estos destacaron no sorprende ver la figura de Juan Pablo II,  la resiliencia de los polacos para superar los trágicos eventos de los últimos 200 años de historia, palpable sobre todo en la generación hoy anciana que vivió la Segunda Guerra Mundial y el comunismo, además del sentido del humor y ganas de diversión de los polacos. Y es que el carácter de los polacos y sus ansias de libertad tienen mucho que ver con lo que ha llegado a ser Polonia hoy.

En el recuerdo o la conciencia de muchos polacos quedan hoy una guerra terrible, una ocupación soviética (vendida como liberación), el asesinato de los miembros del Armia Krajowa, los años de dura represión estalinista, una economía fallida tras la gestión de Gierek con escasez de productos y largas colas en la tienda, los muertos en los Astilleros de Gdynia en diciembre de 1970, la gran huelga en los Astilleros de Gdansk, la dura Ley Marcial impuesta por el recientemente fallecido general Jaruzelski, las negociaciones de la mesa redonda y  las duras reformas de los años 1990 para adaptar el país a la economía de libre mercado que pusieron a miles trabajadores (los mismos que habían contribuido a acabar con el comunismo) de patas en la calle.

Si Polonia es hoy un país libre, democrático, cada vez más propero y representado en todas las principales instituciones internacionles es gracias a todos aquellos que lucharon, de un modo u otro, por acabar con el régimen comunista. Y lo hicieron como en en el caso de Walesa aprendiendo de los errores del pasado (como el Levantameinto de Varsovia) y entendiendo que una revolución de tipo violento no llevaría al éxito.

Si no fuera por San Juan Pablo II y el coraje que imprimió a los polacos, Lech Walesa, Jacek Kuron, Solidaridad, los huelguistas en los astilleros, los estudiantes que se hecharon a las calles, el padre Jerzy Popiełuszko -quien pagó con la vida por ello- la unidad de los polacos en los momentos importantes (además de la ayuda Ronald Reagan y la CIA) Polonia no habría obtenido su libertad en 1989, además y posiblemente el Muro de Berlín y todos los régimes en la parte oriental del continente europeo no habrían caído hasta mucho más tarde.

Polonia, tras 25 años de indepencia y economía de libre mercado, es hoy un país libre, democrático y con un futuro que se antoja todavía más próspero. Sin embargo, queda mucho por hacer, el país debe afrontar grandes retos a nivel social, demografico y geopolítico, tiene que convencer a sus ciudadanos más jóvenes que es una mejor opción que la emigración y tiene que superar las diferencias ideológicas y regionales (oeste-este) para mantener la unidad.

Niech żyje Wolna Polska! Viva la Polonia libre!
( Palabras para nuestro programa escritas por el oyente español Ángel López Peyró, residente en Kraków y dedicadas para los festejos del 4 de Junio, 25 años de Democracia en Polonia )

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