Trabajadores forestales polacos comenzaron a deforestas, quitando árboles y maleza, un sitio en el sudeste de Polonia, bajo el cual dos explorares afirman que está oculto en un túnel secreto el ya célebre tren nazi con oro, joyas, documentos y hasta cadáveres de prisioneros de campos de concentración, de la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno polaco, que vio las pruebas presentadas por ambos hombres, está convencido en casi un 100% que el tren existe. Y envió a una zona minera y boscosa en el sudeste del país al ejército a custodiar el lugar de cazadores de tesoros y curiosos. De hecho, uno de estos buscadores de fortunas murió al caer en un agujero profundo, al intentar entrar a uno de estos túneles a través de una enorme tumba alemana en un viejo cementario local.
El ejército había dicho que para desenterrar el tren primero había que desmalezar la zona. Algó que ya comenzó a hacerse.
Los dos exploradores, el polaco Piotr Koper y el alemán Andreas Richter, dicen haber encontrado el tren en la localidad polaca de Walbryzch, donde los nazis construyeron una vasta red de túneles y búnkeres para protegerse de los aliados. Con la llegada del ejército rojo, los alemanes cerraron y ocultaron la entrada a los túneles, donde en uno de ellos estaría el tren.
Según las últimas investigaciones, el convoy no transportaba riquezas, sino presos de un campo de concentración cercano.
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