martes, 31 de marzo de 2015
La bendición de los huevos de Pascua, una tradición ancestral en Polonia
Los católicos polacos acuden en masa el Sábado Santo a la iglesia para bendecir los huevos y otros alimentos como manda una antigua tradición cristiana, muy seguida en Polonia y en sus países vecinos durante las fiestas de Pascua.
Los niños son los que decoran el día anterior los huevos con motivos y técnicas artísticas que varían de una región a otra.
Algunos niños siguen utilizando métodos antiguos como la pintura, la cera o la piel de cebolla que, tras ser hervida, dan a los huevos un color burdeos. Otros pegan directamente calcomanías compradas en tiendas.
Los "pisanki" se colocan después en pequeñas cestas de mimbre decoradas, junto a otros alimentos como pan, embutidos y pasteles, que toda la familia lleva el Sábado Santo a la iglesia para que un cura los bendiga.
El domingo, lo comerán en familia tras la misa de Pascua. "Es una tradición que se remonta a los primeros siglos de la cristiandad", cuenta Andrzej Galka, el cura de la iglesia San Martín en el casco viejo de Varsovia.
"Tras la vigilia de Pascua, los primeros cristianos aportaban alimentos previamente bendecidos por un cura para comer durante el ágape. No sabemos por qué se ha perdido esta tradición a medida que han pasado los siglos en otros países cristianos y se ha mantenido en Polonia. En cualquier caso, aquí se sigue mucho y es una tradición muy bonita y noble", comenta.
"Sin embargo, la bendición de los alimentos no es un elemento de la liturgia", añade el cura, "es sólo una costumbre muy polaca, un elemento en cierto modo paralitúrgico".
La composición de las cestas llamadas "swieconka" puede variar, pero siempre deben tener huevos -símbolo de una nueva vida que da, como creen los cristianos, la resurrección de Cristo-, pan -símbolo del cuerpo de Cristo- y carne, como la que durante los días de cuaresma los cristianos no han comido.
Los católicos polacos nunca olvidan de añadir un poco de sal que impide que se pudran los alimentas y que, de forma más simbólica, protege al alma humana del vicio.
Los polacos visitan también el Sábado Santo las tumbas de Cristo, unas representaciones simbólicas de la tumba de Jesús crucificado instaladas en las iglesias.
Durante la época comunista, estas tumbas eran a menudo manifestaciones políticas contra el régimen y el testimonio de un apoyo de los polacos al movimiento sindical de oposición al comunismo: Solidaridad.
La Resurrección de Cristo se celebra sobre todo durante una larga vigilia en la noche del sábado al domingo. Tras la misa de medianoche, los fieles salen sobre las dos de la madrugada en procesión con fuego y al son de las campanadas para anunciar la buena nueva.
El lunes de Pascua, otra tradición ancestral, los cristianos se riegan con agua los unos a los otros. Muchos turistas extranjeros, de visita en Polonia por Pascua, se convierten en víctimas inocentes de esta costumbre.
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