Alfred Biłyk, nació el 25 de septiembre 1889 en Lwów,
( hoy Lviv, Ucrania) y murió el 19 de septiembre 1939 en Munkacs, Ucrania,
posteriormente territorio de Hungría. Fué abogado, militar, político y última
máxima autoridad del Voivodato de Lwów .
Biłyk se graduó de una escuela secundaria en Brzeżany,
donde conoció a otro alumno de la escuela, Edward Rydz-Śmigły (ambos fueron a
la misma clase y compartió mesas de
trabajo). Se hicieron amigos, uniéndose a la Asociación de Fusileros y más
tarde, a las Legiones polacas. Después de la Primera Guerra Mundial, Biłyk fue
nombrado para el rango de Mayor del Ejército polaco recién creado (el 1 de
junio 1919), pero después de la guerra polaco-soviética, dejó el ejército y
empezó a estudiar derecho en la Universidad Jan Kazimierz en Lwów. En 1923 o
1924, se abrió una oficina de abogado en Lwów.
Fué un estrecho colaborador del Mariscal Edward Rydz-Śmigły, aprovechando esta relación, para
ser nombrado para el cargo de gobernador del Voivodato de Tarnopol (15 de julio
1936). Un año más tarde, el 16 de abril de 1937, tomó el mismo cargo pero de la
ciudad que lo vió nacer: Lwów
El 12 de septiembre de 1939, cuando los primeros
tanques de la Wehrmacht se acercaron Lwów , Biłyk dió
un famoso discurso, que fué transmitido por la estación de radio local. Hizo
hincapié en que Lwów, la ciudad conocida como Semper Fidelis, se defendiera
hasta las últimas consecuencias y que él mismo no abandonaría su puesto de
lucha. Pese al fervoroso y patriótico discurso, tres días más tarde, el primer
ministro Felicjan Slawoj-Skladkowski le ordenó a Biłyk partir hacia para el
asentamiento urbano de Kuty, donde el gobierno de Polonia estaba reinstalado
temporalmente a causa de la invasión nazi. Desde allí, Biłyk dejó Polonia para
trasladarse a Munkacs, que entonces
pertenecía a Hungría.
El 17 de septiembre, tras el Pacto Molotóv-Ribbentrop,
unidades del Ejército Rojo, aliada de los nazis, cruzaron la frontera oriental
de Polonia. Frente a la poca resistencia, como Mayor del Ejército polaco fué
enviado una vez más hacia el Oeste, para enfrentar a los soviéticos. Bilyk dos
veces trató de recuperar para Polonia a su ciudad natal, pero fracasó ante la
abrumadora superioridad de armamento comunista. Al darse cuenta que el destino
de Lwów estaba sellado, se suicidó el 19 de septiembre de 1939, en la
habitación número 5 del Hotel Csillag . Antes de suicidarse, Biłyk escribió una
nota de despedida, que en la actualidad se conserva en el Instituto Polaco y
Museo Sikorski de Londres. Esto es lo que escribió:
“…..No podía luchar en Lwów, en cumplimiento con las directivas del Primer
Ministro, me fuí de la ciudad, en circunstancias que podrían haber contradicho
mis palabras anteriores. Mi vida parece ser de ningún valor para Polonia. Yo no
quiero ser capturado y transformarme en prisionero hasta el final de la guerra.
Quiero salvar mi honor. Todos mis pensamientos se concentran ahora en Polonia y
en mi querida Familia, a la que estoy pidiendo, difundan este escrito, para que
mi Honor quede resguardado. Además quiero, que el Mariscal Rydz-Smigly, el
general Sosnkowski y habitantes de mi ciudad, de Lwów sepan sobre esta carta y
mi determinación como polaco…..”
PENSEMOS LA ACTITUD DEL GRAL MENÉNDEZ QUE SE RINDIÓ COBARDEMENTE A LOS INGLESES EN MALVINAS. CON MAYOR DIMENSIÓN ENTENDEREMOSA ESTE GOBERNADOR POLACO.
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