La península de Westerplatte es una península sobre el mar Báltico
perteneciente a la región polaca de Pomerania. Allí estaba emplazada una
fortificación militar que se convirtió en emblema de la resistencia de Polonia
a partir de la Segunda Guerra Mundial. Los polacos estaban equipados con un
cañón de campaña de 75 mm, dos cañones antitanque de 37 mm, cuatro morteros y
varias ametralladoras medianas, pero carecían de auténticas fortificaciones. En
otoño de 1939, la guarnición polaca que ocupada Westerplatte estaba formada por
182 soldados, de quienes se esperaba que fueran capaces de resistir cualquier
ataque durante 12 horas. Según el tratado de Versalles, Danzig (Gdansk) era una
ciudad-estado libre bajo la protección de la Sociedad de Naciones, donde Polonia
tenía una oficina de correos, derechos portuarios especiales y, a partir de
1924, derecho a mantener un arsenal “protegido”. El lugar donde estaba guardado
el arsenal del ferrocarril era la pequeña península de Westerplatte, llana y
arenosa, con una extensión aproximada de medio kilómetro cuadrado.Cuando Hitler
asumió el poder en enero de 1933, los polacos se propusieron a reforzar sus
defensas de Westerplatte. Construyendo búnkeres, denominados oficialmente
“cuarteles, y añadieron protección reforzada con hormigón al pie de los
barracones y de la villa de los suboficiales. Además, los polacos establecieron
siete puestos de capos, dos de los cuales bloqueaban el acceso al continente a
través del vulnerable puente natural. A partir de marzo de 1939, cuando Hitler
reclamó Polonia, la guarnición entró en estado de máxima alerta y, a finales de
agosto, ya había terminado la construcción de los puestos de campo. El 31 de
agosto, los efectivos habían pasado de los 88 estipulados en principio a 210
soldados. El comandante era Henryk Sucharski (1898-1946) y su lugarteniente, el
capitán Dabrowski. En el ataque alemán la guerra debía comenzar a las 04:45
horas, pero de hecho comenzó hacia las 04:00, cuando el viejo acorazado escuela
Schleswig-Holstein zarpó de Danzig y abrió fuego contra la vecina estación de
tránsito polaca de Westerplatte. Debido a las restricciones del tratado, los
polacos tenían prohibido fortificar esa península, pero en realidad lo habían
hecho en algunos edificios. En consecuencia, la pequeña guarnición fue capaz de
resistir durante una semana a pesar de los bombardeos intensos y repetidos
asaltos de infantería. Westerplatte fue conocida incluso como el "Verdún
polaco" debido al terrible martilleo que sus tenaces defensores sufrieron
durante la primera semana de hostilidades.
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