KATYN
En mi niñez la palabra Katyn fue sinónimo de
tristeza.
El hermano mayor de mi abuelo materno, el
Capitán Jerzy Bychowiec fue uno de los oficiales polacos asesinados en dicho
lugar.
De adulto pude saber
sobre mi tío abuelo, lo que hubiera sido más justo que mi abuelo Nicolás (también
Capitán del Ejercito Polaco), se enterara sobre su hermano, el primer oficial
polaco enviado a Katyn. Sin embargo me tocó en suerte a mí, acceder a documentos,
que cuando los leí por primera vez, sentí al mismo tiempo, un profundo orgullo
y una gran tristeza, debido a que mi abuelo nunca supo la opinión que tenían de
su hermano, sus jefes y subordinados.
·
Del Jefe de Regimiento: “No
se preocupe por el lado norte, ese flanco lo defiende el Capitán Bychowiec”.
·
Del Capitán Bychowiec al
Jefe de Regimiento: “El Capitán Bychowiec solicita al Jefe de Regimiento que
los prisioneros alemanes heridos, que se rindieron ante él, reciban la mejor
atención médica que se les pueda proporcionar”.
·
Capitán Bychowiec: “El mejor
Jefe de Compañía del Regimiento”.
El 1 de septiembre de
1.939 Polonia es atacada por Alemania y comienza la Segunda Guerra Mundial, el
día 17 de dicho mes simultáneamente, comienza el ataque soviético. Polonia
lucha sola en 2 frentes contra las 2 superpotencias europeas de esa época.
El día 6 de octubre
capitula la última gran unidad de batalla, el Grupo de Operaciones Polesie del
General Franciszek Kleeberg (Polonia
luchando contra Alemania y Rusia resiste 36 días, Francia con el valioso apoyo
de la Fuerza Expedicionaria Británica y con una cantidad de armamento similar a
la alemana solo resistió 10 días más que Polonia).
Parte del Ejército
Polaco, logra escapar a occidente, para continuar la lucha, parte es tomada prisionera
por los alemanes y parte por los soviéticos, es el caso de mi abuelo y de su
hermano.
Katyn es un
bosque localizado a unos
El martes 13
de abril de 1943, la oficina de Noticias Alemana anunció por Radio Berlín, el
hallazgo de fosas comunes, con gran cantidad de oficiales polacos asesinados en
masa por las fuerzas soviéticas.
Durante las mismas, un hecho llamativo fue la consulta de un Coronel médico alemán a un Capitán médico polaco:
· Coronel Alemán: Capitán: “Cuánto tiempo calcula usted que se encuentran estos cuerpos aquí?”
· El Capitán Polaco le responde: Tantos meses.
· El Coronel alemán le pregunta entonces: “Capitán, como es que logró contabilizar el tiempo con tanta precisión?”
· El Capitán Polaco lo mira y le responde: “Fui alumno de su cátedra de medicina forense en Berlín”.
El
gobierno polaco en el exilio, acusó a los rusos de esta atrocidad; éstos, a su
vez, culparon a los alemanes, pero nunca permitieron que la Cruz Roja
Internacional investigara el caso.
A
esta desgracia es necesario añadir que los familiares que las víctimas nunca
tuvimos una confirmación oficial de lo sucedido hasta 1990.
En
la correspondencia que manteníamos con la familia de mi abuelo en Polonia, se
obviaba este tema para evitar una posible represión contra ellos.
En
Polonia, la situación fue más dolorosa aún, porque no se podía siquiera
insinuar que la Unión Soviética fue responsable de esta matanza. En el
extranjero la colectividad polaca realizaba permanentemente manifestaciones y
misas para recordar este genocidio. En Polonia en cambio la palabra Katyn no se
podía pronunciar, si no estaba acompañada por la fecha de 1941 en vez de 1940,
de manera de culpar a los alemanes de esta atrocidad.
Recién el viernes Santo (13 de abril) de
De
adulto, pude conocer al sobrino de mi abuelo, es decir al hijo del Capitán
Bychowiec (ascendido a Mayor post-mortem).
Todavía
no se había detenido el tren que me trasportaba de Varsovia a Katowice, sin embargo, ya había logrado identificar a mi pariente Jerzy
(se llamaba igual que su padre), quien me esperaba en la estación. ¡Cómo no
hacerlo era igual a mi abuelo! En seguida congeniamos. Sentí que lo conocía de
toda la vida.
Conocí Mikolow, una hermosa ciudad que data de
1.222, donde vive con su familia y donde nació mi madre. Hicimos muchos paseos
por la zona y me mostró algunas obras que había proyectado. Me sorprendió mucho
que habiendo estudiado en años tan distintos y en países tan alejados
tuviéramos los mismos criterios ingenieriles básicos. A él le sorprendió en
cambio lo que yo sabía sobre Katyn.
Al
cabo de un tiempo llego lo inevitable, hablar de su padre. Me dijo que no me
podía asegurar si los recuerdos que tiene de él son realmente recuerdos o son
vivencias que le contaron de niño, ya que la última vez que lo vio solo tenía 3
años. Me contó que luego de la guerra cuando llegaba algún hombre a su casa, el
gritaba: “Tata Tata” (Papá, Papá), esperando que esa persona fuera su padre.
También relató algunas situaciones
relacionadas con su profesión. Al llegar a la de edad de comenzar los estudios
universitarios, optó por seguir Arquitectura. Allí lo recibió un joven
militante comunista quien le dijo: “Los estudios de Arquitectura no son para
los hijos de los oficiales de la Sanación” (se denominaba Sanación al gobierno
polaco de los años 30). Esta prohibición obligó a mi pariente a estudiar otra
carrera: Ingeniería Sanitaria, en la cual tuvo un desempeño brillante.
En
el final de su carrera, el directorio de la empresa (estatal en esa época), lo
nomina para ser el Director de Ingeniería.
·
Ing.
Bychowiec Usted es la persona que consideramos más capacitada para este puesto.
·
Jerzy
les responde: Muchas gracias, va a ser un honor para mí.
·
Sin
embargo hay un pequeño detalle: Para ser director debe afiliarse al partido
comunista.
·
No
gracias respondió Jerzy.
Creo
que Katyn es una herida que nunca terminó de cicatrizar en el alma de mi pariente
y colega, como así también de muchos de los familiares directos de los soldados
asesinados. Sin embargo, también pienso que una vez que se conoció la verdad,
tal vez los fantasmas de Katyn hayan podido por fin descansar en paz.
Andrés
Chowanczak Vicepresidente de la Unión de los polacos en la República Argentina en exclusiva para "La Hora de Polonia" - "Godzina Polska"
emotivo relato
ResponderEliminarEmocionante relato
ResponderEliminarLa valentía en primera persona!
ResponderEliminarte comento que yo ya habia leido sobre la masacre en los bosques de katyn por parte de los rusos durante la 2da guerra. me emociona mucho tu relato ya con personas reales de carne y hueso que fueron victimas de locos mesianicos.
ResponderEliminarSiempre tan sabios tus escritos, y tan claros. Gracias, gracias
ResponderEliminarMuy bueno andres
ResponderEliminarMuy emotivo 👏🏻
ResponderEliminarLas atrocidades y genocidios que se producen en las guerras, sin importar el tiempo transcurrido, se entrelazan con el orgullo que producen los hombres de bien, impactante relato
ResponderEliminarEl relato nos deja claro que la guerra y la ética pueden ir juntos, por el trato humanitario a los prisioneros.
ResponderEliminarAdemás la firmeza y valentía mostrada al rechazar cualquier cargo que permita olvidar el pasado muestra una familia digna de imitar, felicitaciones!
Mas alla de lo triste y duro que debe haber sido, que bueno poder conocer un pequeño fragmento de la basta historia bélica de Europa. Gracias por compartirlo!
ResponderEliminarMuy buen relato y emotivo...felicitaciones!
ResponderEliminar