jueves, 1 de septiembre de 2016

Westerplatte: Cuando 200 valientes polacos se le plantaron a la bestial máquina militar nazi.


Westerplatte, una pequeña estación portuaria ubicada al norte de Polonia. Este fue el escenario en el que 200 soldados polacos lograron detener durante una semana al poderoso ejército alemán que, para desesperación de Hitler, vio durante algunos días como su maquinaria de guerra era drásticamente detenida.
Esta valerosa resistencia no sólo significó el inicio de las hostilidades del régimen de Adolf Hitler contra Polonia, sino que, para algunos autores como Steven J. Zaloga, es considerada como la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial. En ella, los alemanes aprendieron que, aunque su tecnología y sus tácticas militares eran superiores a las del resto de Europa, el valor también podía decantar una contienda.
A las 04:45 h, a.m, del 1 de septiembre de 1939 el acorazado alemán  Schleswig-Holstein comenzó el bombardeo con toda la potencia de fuego de sus 22 cañones sobre la guarnición polaca. La poder doblegar a los polacos, los nazis debieron enviar infantes de marina, soldados de la SS y atacar con Stukas. Pensaron que en unas horas triunfarian fácilmente pero, la pequeña guarnición fue capaz de resistir durante una semana a pesar de los bombardeos intensos y repetidos asaltos de infantería. El comandante polaco de Westerplatte se rindió el 7 de septiembre a causa de la escasez de munición y falta de suministros. Finalizada la batalla de Westerplatte, los polacos fueron saludados por los alemanes con saludo militar, en reconocimiento de su gran valentía.

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