El número de ucranianos que emigran acuciados por la
crisis económica y el conflicto separatista y que eligen Polonia para rehacer
su vida es cada vez mayor y Varsovia espera cerrar el año con una cifra récord
de permisos de residencia, contratados temporales y estudiantes del país
vecino.
Polonia fue el único país que evitó la recesión en la
Unión Europea durante el 2009, lo que unido a la ingente llegada de fondos
europeos y al aumento de la inversión extranjera en los últimos años la ha
convertido en un polo de atracción para cada vez más inmigrantes, sobre todo
ucranianos.
Según datos del Ministerio de Trabajo y Política
Social, durante la primera mitad del año las empresas polacas han ofrecido
cerca de 191.000 empleos temporales (hasta seis meses de duración) a ciudadanos
de países de Europa del Este. Se trata de una de las cifras más altas desde que
puso en marcha esta fórmula para emplear trabajadores extracomunitarios y la
inmensa mayoría de los contratados fueron ucranianos (183.000), espoleados por
el conflicto en su país, pero también por la depreciación de su moneda y el
alto desempleo. "Mis padres tenían un negocio de venta de ropa que han
tenido que cerrar, y ahora se plantean venir a trabajar a Polonia", se
lamenta la ucraniana Anastasii Shevchuk, residente en Varsovia desde hace
cuatro años, en declaraciones a Efe.
El récord de empleos temporales para ciudadanos de
fuera de la UE se alcanzó en 2007 (260.000), pero la cifra se superará este
año.
"Los inmigrantes son cada vez más importantes
para el desarrollo económico de Polonia, y nuestro país está cada vez más
abierto a recibir nuevos ciudadanos", aseguró esta semana en rueda de
prensa la directora de Políticas de Migración del ministerio del Interior
polaco, Monika Prus.
Al aumento de trabajadores ucranianos hay que sumar el
de los jóvenes de ese país que deciden cursar
sus estudios universitarios en Polonia, donde muchos se quedan tras
finalizarlos.
Olga Kozak ha elegido Polonia para estudiar Biología
porque, según relata a Efe, "el coste de vida y de los estudios es más
bajo que en otros países de la UE", a lo que se suma la cercanía con su
país y las buenas perspectivas económicas.
Los estudiantes ucranianos en Polonia suponen el 42 %
del total de los estudiantes extranjeros en ese país, y su número se ha
quintuplicado desde 2008.
Los últimos datos oficiales de permisos de residencia
concedidos confirman a Polonia como país de acogida.
Según cifras de Eurostat, en 2013 el Reino Unido
tramitó 724.000 primeros permisos de residencia a ciudadanos no comunitarios y
en segundo lugar se situó Polonia, con CERCA de 274.000, por delante de países
con mayor tradición de inmigrantes como Italia, Francia, Alemania o España
De los 2,3 millones de primeros permisos de residencia
que se concedieron en toda la UE el año pasado (un 12 % más que en 2012), cerca
de 237.000 correspondieron a ucranianos (un 48 % más que en 2012) y, de ellos,
171.000 fueron tramitados en Polonia. Además, destacó Monika Prus, Polonia
otorgó la mayoría de los permisos de residencia por motivos de trabajo que el
año pasado se concedieron en la UE, en este caso incluso por delante del Reino
Unido. Las autoridades polacas tramitaron 141.000 de esos permisos y los
concedidos a ucranianos (124.000) duplicaron la cifra registrada en 2012.
"Polonia es un buen país para trabajar, el idioma
es relativamente fácil para aprender y hay oferta de empleo si de verdad estás
dispuesta a esforzarte, aunque los salarios son todavía bajos", explica la
ucraniana Shevchuk. Junto a la emigración económica, los enfrentamientos
armados en el este de Ucrania también han provocado que se dispare el número de
solicitantes de asilo en Polonia. Según datos de la Oficina de Extranjería
polaca, en lo que va de año se han registrado 1.967 peticiones de ucranianos,
frente a las 46 de 2013.
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