martes, 31 de julio de 2018
1 de Agosto de 1944: Levantamiento de Varsovia, ícono en la historia polaca
Aquel 1 de agosto de 1944 la paciencia y el dolor de los polacos habían superado todos los límites. Ya hacía cinco años que los nazis había invadido Polonia dejando tras su desoladora invasión la huella de un martirio sin límites, una destrucción como si hubiera sido pergeñada por el mismísimo Diablo, la terrible huella de espantosas matanzas, de saqueos, de violaciones, de una destrucción y una desolación como pocas veces hasta entonces se habían visto.
El objetivo principal de los alemanes, sobre todo desde principios de 1942 cuando se puso en marcha la maquinaria diabólica de la Solución Final, habían sido los judíos, pero el resto de la población polaca tampoco escapó a sus crímenes. Ni tampoco a los de los soviéticos, como en la terrible carnicería de Katyn, en 1940, en la que Stalin hizo ejecutar a la mayoría de la oficialidad polaca y a un buen número de intelectuales, profesores, sacerdotes y civiles indeterminados.
Precisamente, ese 1 de agosto de 1944 las tropas del Ejército Rojo estaban a las puertas de la frontera polaca. Y los polacos, los resistentes aglutinados entonces en su capital, Varsovia, debían dar un paso adelante para liberar su tierra antes de que la «liberara» Stalin. De paso, esperaban la ayuda aliada, principalmente de los británicos. Todo ello formaba parte de la llamada Operación Tempestad, que debía poner en marcha el llamado Armia Krajowa (Ejército Territorial, también conocido como Ejército Nacional o Ejército del País) comandado por Tadeusz Bór-Komorowski que era el grupo de resistencia auspiciado por el Gobierno polaco en el exilio.
Pero antes, conviene señalar los antecedentes que llevaron a ese Alzamiento de Varsovia ese 1 de agosto de 1944 a las cinco en punto de la tarde.
Los soviéticos no dieron un paso
El 13 de julio de anterior, las tropas de Stalin ya estaban en la frontera y los mandos del Armia Krajowa pillados entre dos fuegos: o se levantaban casi como en una inmolación contra los nazis o esperaban que los soviéticos (que no mostraban mucho interés, aduciendo que estaban agotados) liberaran Varsovia.
El 27 de julio, Hans Frank, gobernador nazi de Polonia, que se olía algo, mandó a 100.000 polacos comenzar a construir fortificaciones, orden que el Armia Krajowia pidió que fuera desobedecida. El 29 de julio, las primeras tropas soviéticas llegaron a los suburbios de Varsovia, en la orilla oriental de río Vístula.
Entonces, los polacos, temerosos de que su boicot del pasado día 27 pudiera tener terribles consecuencias para la población dieron la orden de comenzar el levantamiento.
Se cree que el número de resistentes era de 50.000 combatientesSe cree que el Ejército Territorial podía contar con 50.000 combatientes, aunque existían otras unidades fuera de Varsovia que poco a poco intentaron acercarse a la capital. El general Antonio Chrusciel estaba al mando de los resistentes, que fueron distribuidas en ocho áreas. Sus recursos armamentísticos eran escasos. Algunas cifras hablan aproximadamente de 1.000 fusiles, 2.000 pistolas, ·7 ametralladoras, 35 armas antitanque y alrededor de 25.000 granadas.
En aquellos momentos, las tropas germanas estaban constituidas por unos 10.000 soldados, mandados por el General Rainer Stahel. A ellos había que sumar unos 5.000 policías y miembros de las SS, y casi cien mil soldados más que estaban en regiones próximas a la capital polaca.
El día 1, a primera hora de la tarde, unos soldados alemanes descubrieron a unos partisanos cargando armas en un camión, los resistentes acabaron con ellos pero el levantamiento no podía esperar ni un minuto más. A las 5 de la tarde, empezaba la sublevación en diversas zonas de Varsovia. El centro y la ciudad antigua fueron liberados rápidamente, pero en otras partes la cosa no fue tan fácil. Muchos grupos de sublevados quedaron aislados unos de otros, sin ningún tipo de contacto, lo cual facilitaba la labor de los nazis. Los resistentes levantaron barricadas y fortificaciones con los escombros y las ruinas, incluso con algunos vehículos alemanes de los que se habían apropiado.
Cuarenta mil personas ejecutadas
Por supuesto, los germanos no se quedaron a verlas venir. El día 2 empezaban a llegar sus refuerzos a Varsovia. Hitler lo había dejado claro: «Conviertan esa ciudad en un lago». A las SS no le hacían falta muchas palabras. A las órdenes del teniente general Heinz Reinefarth pasaron a la rápida y cruenta acción: 40.000 civiles fueron ejecutados en lo que se conoció como la Matanza de Wola. Un día después más tanques panzer llegaban a Varsovia: en otro ejemplo de suma crueldad llevaban civiles polacos adheridos como escudos humanos.
Varsovia en llamas
Entre los días 9 y 18 de agosto toda la ciudad estaba en llamas, y se libraban combates en cualquier plaza, en cualquier calle, en cualquier esquina. Pero la resistencia iba quedando reducida ante la superioridad, sobre todo aérea y artillera, de los alemanes. Muchos polacos huyeron por las alcantarillas y cloacas como en mayo de 1943 habían hecho los resistentes judíos del Gueto de Varsovia. La ayuda aliada era escasa. Llegaba por avión y era lanzada en paracaídas, cayendo casi siempre en manos de los propios alemanes.
El 10 de septiembre, el Ejército Rojo estaba en los suburbios de Varsovia. Los polacos intentaron ponerse en contacto con los soviéticos, pero las conversaciones no fructificaron. La Historia aún no ha decidido si los rusos no quisieron o no pudieron meterse de lleno en la liberación de Varsovia. Los polacos ya estaban completamente convencidos de que no tendrían ninguna ayuda y solo valía resistir y morir ante los nazis. El propio jefe de las SS, Himmler, declaró que los combates fueron «una de las más mortíferas batallas desde el comienzo de la guerra, tan difícil como la lucha por Stalingrado». Exagerase o no, llegó la hora de la rendición.
El 2 de octubre, el general Tadeusz Bór-Komorowski firmó la capitulación. El documento, al menos, aseguraba que los polacos serían tratados como prisioneros de guerra en los términos de la Convención de Ginebra. ¿Pero fue así?
Al día siguiente, 15.000 miembros del Ejército Territorial fueron encerrados en diversos campos de Alemania, en tanto que la práctica totalidad de la población de Varsovia era enviada temporalmente al campo de concentración Durchgangslager 121 en Pruszków. La cifra de personas podía superar el medio millón. Posteriormente, casi 100.000 fueron deportadas a campos de trabajo en Alemania y alrededor de 60.000 acabaron en los campos de exterminio de Ravensbruck, Auschwitz y Mauthausen.
Venganza diabólica
Pero la venganza alemana no quedó ahí. Como había ordenado Hitler, los nazis no querían que de Varsovia quedara piedra sobre piedra. Comandados por oficiales de ingenieros y armados con explosivos y lanzallamas, los alemanes fueron borrando del mapa los edificios de Varsovia, casa a casa, portal a portal. Las cifras son espeluznantes: se destruyeron 10.455 edificios, 923 de ellos de carácter histórico, 25 iglesias, 14 bibliotecas incluyendo la Biblioteca Nacional, 81 escuelas primarias, 64 escuelas secundarias, la Universidad de Varsovia y la Universidad Politécnica de Varsovia. Casi un millón de personas perdieron todas sus propiedades.
El 17 de enero de 1945 el Ejército Rojo ocupaba Varsovia... lo que quedaba de ella. El Alzamiento se había llevado por delante la vida de 250.000 personas. Entre Stalin y Hitler, Varsovia ya solo estaba habitada por fantasmas.
viernes, 27 de julio de 2018
Polonia en Lanús
En la fría y lluviosa mañana del Partido de Lanús del 27 de Julio, se desarrolló un histórico e interesante encuentro en las instalaciones de la Secretaría de Desarrollo Económico del mencionado municipio. En la misma participaron la Directora de la Oficina de Comercio de Polonia Karolina Barmuta y la Especialista de Negocios de la misma dependencia Olga Swiderska, las que fueron invitadas por el Director de Comercio Interior y Exportaciones Guillermo Valín. Al mismo también participó el Director de Parques Industriales de Lanús Sr. Ricardo Pastelletto, el Sr. Alberto Eirin de la Secretaría de Deportes y Juventud, allegados al ámbito municipal y porsupuesto "La Hora de Polonia" que decidió establacer un puente entre la municipalidad y representantes económicos polacos. Con la apertura y cordial recibimiento de los señores Valin y Pastelletto, se describió el importante potencial económico lanusense, sus variadas industrias, entre ellas algunas vinculadas a energia renovable, su Parque Industrial y los beneficios impositivos para las industrias que decidan radicarse en el distrito sureño. Por el otro, la Oficina de la Agencia de Inversiones polaca presentó los Foros, Encuentros y contactos comerciales que podrían beneficiar Argentina y Polonia. Esta reunión seguramente es la base para otras que se realizarán este año. Con la gran felicidad de saber que es la primera vez que autoridades polacas llegaron a Lanús para establecer vínculos y el agradecimiento especial del Sr. Guillermo Valin reconociendo nuestra labor desinteresada, esperamos que muy pronto haya novedades. Las habrá y "La Hora de Polonia" siempré estará presente.
miércoles, 18 de julio de 2018
Polaqueada en Santa Fe 18 al 20/8
La vigésimo quinta edición de la Fiesta de Colectividades de Santa Fe se llevará a cabo del sábado 18 al lunes 20 de agosto, en el Centro de Convenciones Estación Belgrano, con entrada libre y gratuita. Se trata de la fiesta popular más importante de la región, que convoca cada año a unas 50 mil personas. Desde la Asociación Santafesina de Colectividades se destaca que en esta edición, participan 11 colectividades, más de 40 instituciones de la ciudad y unos 500 voluntarios, que ofrecen al público una propuesta integral de stands culturales, gastronomía y presentaciones de grupos artísticos. Este valioso encuentro regional es organizado por la Asociación Santafesina de Colectividades y el Gobierno de la Ciudad, y cuenta con el apoyo del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, a través de la Secretaría de Turismo y el Ministerio de Innovación y Cultura, y empresas de la ciudad.
Gastronomía, artesanías y bailes
La oferta gastronómica contará como siempre con diversos platos típicos y comidas tradicionales, y también podrán adquirir artesanías y productos que ofrecen los stands culturales, dos maneras de conocer más acerca de los inmigrantes y las distintas colectividades que forjaron el desarrollo de nuestra sociedad.
Como parte de la programación se presentarán los grupos de bailes y música tradicional que representan a cada una de las colectividades que participan de esta 25º Fiesta: Alemania, Bolivia, Croacia, España, Israel, Italia, Japón, POLONIA, Siria-Líbano, Suiza y como país anfitrión, Argentina.
:: Horario de apertura
Sábado: 20.00
Domingo: 12.30
Lunes: 12.30
domingo, 8 de julio de 2018
Santa Paulina quedará en Argentina
Tal como se esperaba, la imagen de Santa Paulina, llegó a Buenos Aires. Al mediodía del domingo 8 de Julio, en las instalaciones de la Asociación "El Hogar Polaco" - "Ognisko Polskie" fue recibida de manera beneplácita por los asistentes, ya previamente bendecida en Nova Trento, de donde es oruinda su labor cristiana. La primer Santa de Brasil, tendría su lugar en esta querida institución de profundo arraigo católico y pese a que no es muy conocida por nosotros, se sabe de la gran devoción en el país vecino. Pese a que 9 de Julio es la fecha recordatoria de su liturgia, las autoridades de la institución como así el representante de la Iglesia, sostuvieron que para muy pronto se dispondrá de un lugar en las dependencias de la entidad, por lo que se realizará un acto previo. Hasta por ahi, alguno sugirió inteligentemente ubicarla entre el cuadro de la Virgen Patrona de Polonia, Nuestra Señora de Czestochowa y cuadro y placas conmemorativas a San Juan Pablo II
sábado, 7 de julio de 2018
Llega a Buenos Aires la imagen de Santa Paulina
Este domingo 8 de Julio llega a Buenos Aires, la imagen de la Santa Paulina de Corazón Agonizante de Jesús, por intermedio del integrante del programa Tadeo Norberto Kusnierz. Éste, quién arribará desde Brasil, en donde tiene una activa participación de trabajo, opinión e intercambio con la colectividad polonesa de alli, acercará como ya lo hizo a la Associação Da Cultura Polonesa De Jaraguá Do Sul, la imagen de la primera Santa de Brasil, beatificada en 1991 y canonizada en 2002 por nuestro querido Papa Juan Pablo II. Queremos destacar que la santa presencia, sólo se encuentra en una entidad polaco-brasilera y ahora "Ognisko Polskie" será la primera en Argentina. A continuación repasemos la vida de Santa Paulina:
Amábile Lucia Visintainer nació en Trento (norte de Italia) el 16 de diciembre de 1865. Sus padres Napoleón y Ana eran cristianos devotos pero muy pobres. Fue esta precaria situación económica la que motivó a la familia de la Santa a emigrar hacia Brasil en 1875. Los Visintainer se establecieron en el estado de Santa Catarina, en una comunidad italiana llamada Nova Trento.
Al poco tiempo de su llegada, Amábile conoció a Virginia Rosa Nicoldi y ambas se volvieron mejores amigas. Compartían el mismo amor por Cristo y siempre rezaban juntas fervorosamente. Incluso hicieron la primera comunión al mismo tiempo, cuando las dos tenían 12 años. Durante su adolescencia, la joven comenzó a participar del apostolado parroquial brindando catequesis a los niños, cuidando a los enfermo y ancianos, e incluso limpiando la iglesia. Amábile se dedicaba a estas labores con cuerpo y alma y sin que ella lo sospeche, perfilaron su vocación a la vida religiosa.
Con el permiso de su padre, la santa construyó una pequeña casita, en un terreno donado por un barón, donde iba a rezar, recibía a los enfermos y enseñaba a los niños. Su primera paciente fue una mujer con cáncer terminal y que no tenía quien la cuidara. El 12 de julio de 1890 se considera como la fecha de fundación de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción, la primera congregación femenina fundada en el país, que inició con la labor Amábile y Virginia en la pequeña cabaña.
Ese mismo año las dos amigas y otra joven hicieron sus votos religiosos. Amábile cambió su nombre por Paulina del Corazón Agonizante de Jesús y fue nombrada superiora. El apostolado de las hermanas atrajo a muchas vocaciones. Aparte de sus obras de caridad, también tenían una pequeña industria de seda para sortear las dificultades económicas.
En 1903 Paulina fue invitada a mudarse a São Paulo. Se estableció en el barrio de Ipiranga donde fundó la obra “Sagrada Familia” para acoger a los ex esclavos y a sus hijos. En 1918 la iglesia brasilera le dio un reconocimiento a sus virtudes por su ejemplo vocacional. En 1938 contrajo diabetes y su calvario empezó. Tuvieron que amputarle el brazo derecho y llegó a quedar ciega. La Madre Paulina murió santamente el 9 de julio de 1942.
Fue beatificada en 1991 por el papa Juan Pablo II, durante su visita a Brasil y la canonizó en el año 2002. Es la primera Santa de Brasil.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)