La Iglesia católica polaca conmemora hoy el 70º aniversario del nacimiento del beato Jerzy Popieluszko, asesinado en 1984 por la policía comunista por su oposición al régimen y considerado como uno de los símbolos de la lucha del movimiento Solidaridad. "Los valores que el sacerdote Jerzy Popieluszko defendió siempre estarán al día y seguirán siendo un modelo para cada generación", dijo hoy el cardenal Kazimierz Nycz. "Nuestra época también necesita coraje como el del padre Popieluszko para proclamar la verdad", añadió. El 3 de noviembre de 1984 alrededor de 800.000 personas, entre ellos un millar de sacerdotes, desafiaban la prohibición de las autoridades para desfilar en el cortejo fúnebre que acompañó al religioso muerto, una manifestación silenciosa que puso en jaque al comunismo polaco. Popieluszko fue beatificado en 2010 "como ejemplo de la defensa de los derechos y de la dignidad humana" y "como modelo del diálogo y la reconciliación". Hoy se ha convertido en un símbolo por su apoyo a la oposición democrática en la Polonia comunista y por sus "misas por la patria" durante la ley marcial, al inicio de la década de 1980, cuando utilizaba el púlpito para criticar a la dictadura y clamar por la libertad en unas homilías llenas de referencias al entonces papa polaco Juan Pablo II. Su actitud de lucha y su gran capacidad de influir en los fieles desde su parroquia de Varsovia acabó con la paciencia del régimen, que ordenó su secuestro y asesinato en octubre de 1984.
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