jueves, 19 de mayo de 2016

Realidad futbolística polaca


Con una historia discreta, hay que remontarse al último cuarto del siglo pasado para atisbar las luces de su mejor momento futbolístico, cuando logró dos terceras plazas en los mundiales de 1974 y 1982. Las águilas blancas volvieron a ser bien visibles en 2008, al clasificarse por primera vez para la Eurocopa y, cuatro años después, en 2012, llevaron a su país la sede, compartida con Ucrania, del Campeonato Europeo de Fútbol de la UEFA.
Sin embargo, la fase de clasificación de la Eurocopa de este año ofrece las mejores pistas sobre las posibilidades de una selección que, no obstante, tiene como punto débil la excesiva dependencia de su mejor valor: el delantero Robert Lewandovski, autor de 13 de los 33 goles que permitieron a la selección polaca clasificarse para la Eurocopa en el segundo puesto del grupo D, solo por detrás de Alemania, a la que, además, logró ganar en el primer enfrentamiento: Polonia 2 - Alemania, 0, en 11 de octubre de 2014. Bien es cierto que los alemanes se tomaron la revancha el año pasado, infligiendo un claro 3-1 a la selección que dirige Adam Nawalka. Aun así, la selección polaca culminó la fase de clasificación en un meritorio segundo puesto, por detrás de la propia Alemania, demostrando que la rutina del trabajo bien hecho arroja buenos dividendos y dejando claro que es capaz de vencer a cualquiera, incluida la tetracampeona y actual titular de la Copa del Mundo.
Pero hay más. El segundo puesto que remató con su última victoria en la fase de clasificación frente a Irlanda (2-1) demuestra el potencial ofensivo de los polacos. Polonia se convirtió en la selección más goleadora (33 tantos) de las 53 escuadras participantes. Por encima de Inglaterra o la propia Alemania. De hecho, su principal goleador suma más dianas que muchas de las selecciones participantes. Polonia concluyó la fase de grupos eliminando a la República de Irlanda y comenzará el mundial enfrentándose a Irlanda del Norte, el 12 de junio, a partir de las 15:00 h. en Niza. Con un equipo rocoso en defensa, de tránsitos rápidos y con una despensa, al parecer, llena de la esencia del fútbol: el gol.

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